Tanto plan que tienen los grupos terroristas para vulnerar la seguridad de Obama, cuando lo necesario son unas cuantas botellas de alcohol.

Aprovechando que el patrón no llegaba, tres elementos del Servicio Secreto se echaron unas copitas de más y fueron encontrados en completo estado de ebriedad, lo cual, según superiores es considerado como una falta a la alta reputación que ostenta el cuerpo al que pertenecen… además de cuestionar la seguridad que se le brinda a uno de los hombres más poderosos del mundo.

Lo anterior sucedió en uno de los lugares más risueños del mundo: Ámsterdam, donde el pasado domingo, uno de los tres agentes del grupo de élite conocido dentro de la agencia como CAT (Counter Assault Team) fue encontrado inconsciente y ebrio en el vestíbulo de su hotel. El personal de las instalaciones decidió llamar a la embajada de los Estados Unidos en La Haya, y de ahí se contactó con el Servicio Secreto que organizaba el viaje que Obama realizó a Holanda. Así más o menos lo encontraron:

El grupo al que pertenecían los tres alegres agentes es considerado como “la última línea de defensa” del presidente estadounidense. Además de poseer una excelente condición física  (para aguantar las parrandas), deben tener una precisión excelente como tiradores… algo que en el caso de estos tres elementos se antoja algo difícil, dada la temblorina que la cruda les debe haber dejado.

De acuerdo con Ed Donovan,  portavoz del Servicio Secreto, cual si fuesen jugadores de la selección nacional, la agencia ha enviado “a casa a tres empleados por motivos disciplinarios” y abierto una investigación durante la cual los agentes estarán suspendidos.

Lo sucedido en Ámsterdam supone una violación a las normas adoptadas por el Servicio Secreto tras el escándalo de hace dos años, cuando en Colombia elementos del grupo de élite también se echó sus alcoholes e incluso contrataron prostitutas para amenizar su estancia en la Cumbre de las Américas a la que asistía Barack Obama. A partir de este incidente, los agentes tienen prohibido beber alcohol 10 horas antes de estar en servicio.

EL CAT usualmente llega con 12 horas de antelación a los lugares que visita Obama, esto para preparar todo lo necesario para garantizar la seguridad del mandatario estadounidense… y al parecer, para checar la calidad del chupe y la variedad.

*Vía El País / Fotografía: Getty Images

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