El nuevo fervor de internet se nos apareció en forma de changos de colores, con accesorios llamativos y cara de fastidio. Si pasas tiempo en línea —especialmente en Twitter— seguro que te los has encontrado. Se llaman Bored Apes y forman parte de una colección de NFT que está reventando el mundo de las criptomonedas.
Sirven como avatares, como identificadores y como ticket de entrada para una exclusiva comunidad de millonarios digitales.
¿Qué tan millonarios? Pues calcúlenle que el más barato de los Bored Apes cuesta 75 ethers, cerca de 250 mil dólares o casi 5 millones de pesos mexicanos.
Sin embargo, como se imaginarán, los Bored Apes y su exclusivo Yacht Club están rodeados de polémica. Sus dueños, que incluyen a celebridades como Steve Aoki o Eminem, se llenan de prestigio digital. Al mismo tiempo, el mundo exterior mira con sospecha estas inversiones de NFT que, en cuestión de días, se multiplican de manera exponencial.
Y lo más cañón… debido a un reciente escándalo de robos, hackeos y que se congelara artificialmente de su mercado, se han convertido en el ejemplo perfecto del lado oscuro de las criptomonedas. Una traición en ese mundo “soñado” de descentralización.
Acá te contamos todo lo que necesitas saber de los Bored Apes, su millonario Yacht Club y el fervor por esta colección de NFT.
¿Qué cuernos son los Bored Apes?
Los Bored Apes son una colección de arte en NFT.
¿Una colección? Así es. Existen solamente 10 mil en todo el mundo digital. Todos son únicos y vienen numerados. En cuestión de diseño, todos los changos parten de la misma ilustración básica… pero tienen diferencias en el fondo, color de pelaje, expresión o cientos de cambiantes accesorios.
Fueron creados por un grupo de cuatro amigos, developers, que —esto nomás como curiosidad—, a pesar de tener uno de los proyectos más exitosos en el mundo de las criptomonedas, se han mantenido anónimos.
Solo conocemos sus seudónimos digitales: Gargamel, Gordon Goner, No Sass y Emperor Tomato Ketchup.
Más allá de esos aires misteriosos, si hablamos un poco más del diseño de los Bored Apes, la idea de los changos ilustrados surgió a partir del lenguaje que usan las comunidades de NFT.
Normalmente, en blogs o plataformas como Reddit, utilizan la palabra “Ape” para demostrar que están emocionados con alguna nueva inversión o proyecto. También se ha vuelto una peculiar comparación con la fuerza en las manos de un primate y con que ellos tampoco quieren soltar sus NFT hasta que suban de precio.
Y hablando de precio…
¿Por qué son tan ‘valiosos’ los Bored Apes?
Como muchas cosas en el mundo del arte, también en su versión digital, el valor está en los ojos de quien lo mira y en la comunidad que lo aprecia. En este caso, los Bored Apes cayeron como anillo al dedo.
Además de que los changos son la personificación del lenguaje de miles de personas emocionadas por los NFT o las criptomonedas, también son la representación de otras de sus más grandes pasiones: los Bored Apes muestran una comunidad que aprecia la rareza o las piezas digitales únicas.
¿La rareza? Sí. Como les habíamos dicho, solo hay 10 mil changos y cada uno es distinto, pero sus accesorios, sus diferencias —sus rarezas, pues— ayudan a que aumente su valor. Entre más extrañas sus características, más cotizados.
Hablemos, por ejemplo, del Bored Ape 3749 que les ponemos acá abajo.
Resulta que la piel dorada es una característica rarísima, que solo está presente en 46 changos. Los rayos láser en los ojos también se consideran valiosos pues solo aparecen en 69 avatares de los 10 mil que se han creado. ¿Eso qué ocasionó? Que el Bored Ape 3749 valga una millonada.
Se vendió recientemente en casi 750 ethereum, una cantidad cercana a los 50 millones de pesos.
Hablemos del fervor por tenerlos
Con esos precios de locura, no está nada sencillo que se desate una Fiebre del Chango en todo el mundo para conseguirlos, pero el éxito de esta colección de NFT tiene una particularidad.
Como explicaba el periodista Daniel Van Boom, de CNET, el fervor por los Bored Apes llegó desde tres ángulos distintos: la intervención de celebridades, la fuerza de su comunidad y las utilidades, ventajas, para sus miembros. Vamos uno por uno, rápido.
Aunque muchos influencers del mundo de criptomonedas tienen alguno de estos NFT. En la esfera mainstream, sabemos que Eminem tiene uno, Snoop Dogg también, Jimmy Fallon tiene el suyo y Steve Aoki, el DJ, tiene al menos ocho. Su participación —y que los usen de avatar en sus redes sociales con millones de seguidores— ha contribuido a la popularidad del movimiento.
Respecto a las ventajas o utilidades exclusivas, hay algunas cosas para platicar.
Si eres dueño de un Bored Ape tienes la posibilidad de entrar al Yacht Club, un sitio de internet exclusivo. Tienen videojuegos, salas de chat, acceso privilegiado a otras colecciones de NFT y organizan eventos… como la fiesta —con entrada restringida solo para miembros— que hicieron en un yate por Manhattan, donde tocó The Strokes.
También, se convirtió en una señal de prestigio digital. “Las personas en el mundo de las criptomonedas usan sus changos como avatar de la misma forma que un directivo de empresa usaría un reloj Rolex”, comentaba Van Doom.
Y por supuesto, nada se volvería tan popular o tan exitoso sino tuviera ventajas económicas para los involucrados. Resulta que si eres dueño de un Bored Ape también eres dueño de sus licencias comerciales.
Eso ha provocado, por ejemplo, que la marca de ropa Adidas comprara uno para anunciar su proyecto de Metaverso. Un hombre está produciendo una serie animada con el suyo. Universal Music firmó para su disquera a una boy band digital formada por tres Bored Apes.
Si quieren un ejemplo mexicano, el Necaxa —sí, el club de futbol— es dueño del Bored Ape 7581.
Tener un Bored Ape no es solo tener un NFT o invertirle a las criptomonedas, también es el pase directo a una comunidad millonaria… o billonaria. En la plataforma OpenSea, hace unos días, el mercado de estos changos rompió récords y ya superó el billón de dólares.
El lado oscuro de los NFT
Todo lo que hemos platicado hasta el momento son luces, brillitos y miles millones de dólares, pero los Bored Apes tienen también un lado muy oscuro.
Cuando empezaba el 2022 hubo un robo masivo de changos.
Bueno, “masivo” en cuestión de dinero. A un usuario llamado Todd Kramer —fundador de una galería de arte en Nueva York— lo hackearon en un esquema de phishing y le robaron su cartera. Los ladrones consiguieron 8 Bored Apes y otros 8 valiosos NFT de una colección hermana del Yacht Club. Al robo le calculan un valor de más de 2.2 millones de dólares.
Ahí empezó el asunto oscuro… no solo de los changos, sino de todo el mundo del NFT.
Se sabe que, si te agarraron en la mensa, ya valiste. Tú te tienes que encargar de tu propia seguridad. En esta “utopía desregulada” del paraíso de criptomonedas, el mercado es el único regulador. No hay instancias de procuración de justicia y mucho menos un Ministerio Público para ir a levantar la denuncia.
Sin embargo, como si eso no levantara suficientes polémicas, pasó algo inesperado.
La plataforma OpenSea —la que probablemente sea el principal mercado de NFT en el mundo—, decidió congelar todos los Bored Apes robados. Unilateralmente. Si entras a verlos, verás que tienen una alerta roja y un mensaje que evita que se compren o vendan.
Una decisión que provocó todavía más polémica que el despiadado mundo digital. La apertura de una puerta más oscura: la intervención centralizada, un cierre total, encabezado por una corporación con rostro de gatito. Además, en un mundo en el que, al menos hasta unas semanas, la blockchain era la única ley.
En fin, los Bored Apes siguen siendo divertidos, si ignoran las acusaciones que tienen sus creadores por usar iconografía Nazi, claro, pero cuando esos pasen de moda llegarán preguntas más complejas.
Y en el mundo de los NFT, rodeado de miles de millones de dólares —y muchas personas con ganas de controlarlos— enfrenta épocas interesantes.