El pequeño Glenn Buratti, quien tiene epilepsia y autismo, invitó a sus 16 compañeros de clase a su fiesta de cumpleaños, pero ninguno fue.
Su mamá decidió publicar en Facebook lo triste que se encontraba su hijo y tan solo unos minutos después de su publicación recibió mensajes de sus vecinos mostrando apoyo y preguntando si podían ir a la fiesta con sus hijos; así que se armó otra pachanga a la fueron 15 niños y 25 adultos.
La sorpresa del día fue la llegada de los bomberos y elementos del departamento de policía de Osceola County, Florida, quienes sobrevolaron con un helicóptero su casa y asistieron al cumpleaños de Glenn con varios regalos.
El padre del niño también agradeció el gesto de la gente a través de un mensaje en facebook
¿A sus fiestas también han ido bomberos y policías?