Quizás sería más respetable que Jair Bolsonaro de una vez dijera que él no hablará más del coronavirus y gobernará Brasil como si éste no existiera… pero noooo, algo dentro de él le exige seguir llamando la atención con ridículas declaraciones.
No pasaron ni 24 horas de asegurar que, pese a ser el “Mesías”, no puede (ni quiere) hacer “milagros” para que no sigan muriendo centenas de personas en Brasil a causa del COVID-19… y Jair Bolsonaro ya salió con otra polémica.
Ahora, reciclando algunos señalamientos que lo llevaron a la presidencia, asegura que las máximas autoridades en Salud tienen una agenda que fomenta la homosexualidad. ¿¿?? Bueno, esto ya lo había dicho a nivel nacional, al asegurar que él estaba en contra de la distribución de libros pro LGBTI en las escuelas primarias de Brasil… pero ahora elevó ese reclamo a niveles internacionales, al acusar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho publicaciones que alientan la homosexualidad, la autoexploración y experiencias sexuales a temprana edad.
“¿Deberíamos también seguir sus lineamientos en materia de educación? Para niños de 0 a 4 años de edad: satisfacción y placer cuando toquen sus cuerpos, masturbación…. Para niños de 4 a 6 años de edad: una identidad de género positiva; relaciones entre personas del mismo sexo. Para niños de 9 a 12 años: primera experiencia sexual“, cuestionó Bolsonaro en una publicación hecha en sus redes sociales, la cual –obviamente– borró casi de inmediato.
¿Y el mensaje de de dónde salió o qué?
El mensaje del presidente fue para intentar responder a las presiones y críticas contra su gobierno, por no atender las recomendaciones de la OMS para evitar la propagación del COVID-19. “Esta es la Organización Mundial de la Salud cuyos consejos sobre el coronavirus algunos quieren que siga”.
De acuerdo con medios internacionales, el origen de as acusaciones de Bolsonaro contra la OMS son documentos publicados en Alemania por la organización en 2010. En “Estándares para la Educación Sexual en Europa”, la OMS señala que es normal que los menores tengan curiosidad sexual y que de vez en cuando se toquen ciertas partes de su cuerpo…. Pero hasta ahí. Al parecer, Bolsonaro leyó información extra.