El malestar de la gente con las autoridades por la forma en que han enfrentado la pandemia no es una situación exclusiva de México (por si alguien lo pensaba) y Brasil, con Jair Bolsonaro, es ejemplo de ello.
Si bien en redes sociales y en medios de comunicación se ha dejado de manifiesto que no son aceptadas las acciones que Bolsonaro ha implementado en Brasil (o más bien, dejado de implementar) para enfrentar la pandemia del COVID-19, ahora los trabajadores de la salud han escalado la inconformidad a niveles internacionales.
De acuerdo con diversos medios, alrededor de 60 sindicatos de trabajadores de la Salud y organizaciones sociales han denunciado ante la Corte Penal Internacional de La Haya al presidente Jair Bolsonaro por “fallas graves y mortales” en la respuesta que su administración ofreció ante la pandemia del COVID-19. En pocas palabras, lo acusan de crímenes de contra la humanidad que apuntan al genocidio.
Negó ayuda a los sectores vulnerables
Justo cuando Brasil supera las 87 mil muertes oficiales por COVID-19, la demanda liderada por la Rede Sindical UniSaude acusa que Bolsonaro alentó acciones que permitieron la propagación de la pandemia en Brasil… y, además, se negó a implementar políticas para proteger a las minorías, las cuales han sido las más afectadas por el virus.
“El presidente Bolsonaro está en campaña permanente contra las medidas de aislamiento social, de protección y de apoyo a los más vulnerables. Intentó más de una vez impedir el despliegue de ayudas de emergencia para los trabajadores que perdieron su empleo“, comentó para RFI, Márcio Monzane, representante de UNI Américas, una de las organizaciones que apoya la denuncia contra Bolsonaro ante La Haya.
Bolsonaro pide a Brasil volver a la normalidad… pese a más de 2 mil casos de coronavirus
Aunque se podría argumentar que, al igual que casi todo el mundo, Bolsonaro actuó (y actúa) porque el virus es nuevo y no sabía a lo que se enfrentaba, El País indica que en el documento que se entregó a la Corte de La Haya se puntualizan no sólo sus errores, sino la desatención a las recomendaciones de los profesionales: desde minimizar la enfermedad al llamarla “gripita”, pasando por alentar a la gente a salir, hasta aparecer sin cubrebocas en actos públicos (ups, AMLO) y asegurar que la cloroquina es efectiva contra el COVID-19.
“Esta actitud de desprecio, negligencia y negacionismo ha tenido consecuencias desastrosas”, señala el extenso documento entregado a La Haya… muy extenso: 64 páginas en el que se puntualizan todos las acciones con las que Bolsonaro alentó, desinformó y desestimó asuntos relacionados con el COVID-19.
¿Y para cuándo el juicio?
Aunque parecería que hay elementos de sobra para, mínimo, meterle un pin%&/e jalón de orejas a Bolsonaro… la verdad es que la denuncia parece es más simbólica. De hecho, con ésta no es la única demanda que el presidente de Brasil tiene ante La Haya (unas por genocido contra pueblos indígenas, otras más por su actuar frente a la pandemia).
Especialistas consultados por El País señalan que para que Bolsonaro sea investigado y juzgado es necesario comprobar que su administración utiliza a la pandemia como instrumento de exterminio contra cierta parte de la población. Puede que así sea… pero, en todo caso, la Corte Penal Internacional será la encargada de decidirlo… y eso puede demorar algunos meses.
