De ser el elegido candidato republicano para la presidencia de los Estados Unidos… y más aún, de ganar la elección, Donald Trump prometió que, sí o sí, hará que México pague por la construcción del muro fronterizo… y no nada más fue algo dicho al calor de un discurso. No, hasta eso se ve que se tomó su tiempo para el malévolo plan.
“Se trata de hacer un pago único de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares para asegurarse de que los 24.000 millones de dólares (en remesas) continúan llegándole año tras año”.
¿Y cómo?
En memorándum enviado a The Washington Post, el exótico político plantea reformar la ley antiterrorista conocida como Patriot Act, esto con el fin de que todo aquel que realice una transferencia de dinero, presente obligatoriamente alguna identificación con la que pueda demostrar que está en el país de forma legal… y ya que gran mayoría de las remesas que llegan a México son enviadas por inmigrantes ilegales, ¡bingo!, México se queda sin los millones gringos.
¿Ahhh ya… y con el dinero que no se mande se paga el muro? No. México pagaría “por las buenas: Con ese poder vidente que tiene el hombre del peluquín, sabe que el “Día Uno” de su plan (donde expondrá lo del párrafo anterior) no será bien recibido por México… así que para el “Día Dos” espera una protesta, para la cual ya tiene una respuesta… más bien nos dará de dos sopas: “pagas o pagas”, esto en el “Día Tres”: tras pagar una suma que podría oscilar entre los 5 mil y los 10 mil millones de dólares “la Administración Trump no promulgaría la ley final, así que la nueva normativa no entraría en vigor” y todos contentos, él con el dinero para su muro y nosotros con el regreso de las remesas.
Planes como ése no los tiene ni Obama…
Cuestionado sobre lo ideado por Trump, el presidente norteamericano se limitó a señalar que está chido el cotorreo del suspirante republicano, pero esa idea de checar el envío de cada dólar que salga de los Estados Unidos, especialmente, a México, nomás no… es “poco práctico”.
“En primer lugar, sería poco práctico. La idea de que vamos a poder seguir cada poco del dinero enviado a México a través de Western Union, en fin, buena suerte con eso”.
Además, según los cálculos de Obama, al republicano le saldría el tiro por la culata: en su afán de construir un muro que haga que pasen menos ilegales a Estados Unidos, lo que provocaría es que, con el bloqueo de remesas, la economía mexicana se las vea más negras… y con ello, se generaría una nueva ola de migración.
A final de cuentas, para Obama, el plan de Trump continúa a ser pura verborrea: “algo que no está bien pensado y que simplemente se ha presentado para su consumo político (…) La gente espera que estos problemas se traten de forma eficaz, no esperan que la Casa Blanca presente propuestas a medio cocinar”.