En agosto de 2020, Bielorrusia comenzó a ser un hervidero de protestas tras la victoria electoral del presidente Aleksandr Lukashenko, quien lleva más de 20 años en el poder. A partir de ese momento, al situación para la oposición se volvió más tensa y el domingo —23 de mayo— sucedió algo inaudito: un avión desvió su ruta rumbo a Lituania por una supuesta amenaza de bomba, aterrizó en Minsk y ahí, el gobierno bielorruso aprovechó para arrestar al activista Roman Protasevich.
Si bien el gobierno de Bielorrusia ha argumentado que el arresto del bloguero y activista de oposición Roman Protasevich fue legal, la palabra de Aleksandr Lukashenko ha sido puesta en duda a raíz de la supuesta amenaza de bomba.
Acusan a Bielorrusia de desviar un avión para arrestar a un bloguero
Las cosas estuvieron así: un avión de la compañía Ryanair volaba de Atenas a Vilna, Lituania, hasta que la tripulación supo de una amenaza de bomba, al menos en la versión de Bielorrusia.
La advertencia fue de un pasajero —que más tarde fue identificado como un presunto agente del servicio secreto bielorruso—, quien se encargó de amenazar a la tripulación y los pasajeros de hacer estallar una bomba. Justo por esta razón, la aeronave tuvo que desviar su ruta y aterrizar de emergencia… en Minsk.
Cuando el capitán avisó de la situación, de inmediato el gobierno de Bielorrusia reaccionó y el mismísimo Lukashenko mandó a un avión del ejército para que escoltara a los pasajeros y tripulación.
Del otro lado de la moneda, la compañía Ryanair explicó que la tripulación fue notificada por el gobierno bielorruso de una posible amenaza —además de que le ordenó que desviara su ruta al aeropuerto más cercano por rollos de seguridad. O sea, el de Minsk.
¿Qué pasó después? Una desafortunada coincidencia que neta ya puso en alerta a la Unión Europea: una vez que el avión aterrizó en Minsk, uno de los pasajeros fue detenido de manera inmediata.
Se trató del activista y bloguero de 26 años Roman Protasevich, quien está en la lista de “los más buscados”, luego de las manifestaciones postelectorales de 2020 —cuando Aleksandr Lukashenko ganó la reelección.
#ULTIMAHORA Bielorrusia dice que actuó legalmente al interceptar el avión de Ryanair y rechaza las acusaciones “infundadas” de Occidente (ministerio) #AFP
— Agence France-Presse (@AFPespanol) May 24, 2021
De hecho, el gobierno de Lukashenko tachó a Protasevich por extremismo y terrorismo. Pero lo cierto es que el activismo del bloguero y director de Nexta —algo así como un canal de Noticias alternativo que funciona mediante Telegram— ha estado bajo la lupa del régimen bielorruso por colaborar con la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya y, de paso, participar en las manifestaciones contra la reelección del presidente, así como informar sobre los actos de represión del régimen.
Ahora, lo que sigue para el activista es un juicio en el que corre el riesgo de ser condenado a un montón de años en prisión o… la pena de muerte.
Por lo pronto, la Unión Europea ya anda evaluando las sanciones contra Bielorrusia así como la rendición de cuentas por el aterrizaje forzoso en Minsk.
Del otro lado de la moneda, Vladimir Putin salió a tirar paro y decir que Bielorrusia tuvo argumentos “razonables” para haber operado de esa manera.
Bielorrusia
Y ya nada más como contexto, arriba mencionamos a Svetlana Tijanóvskaya. ¿Ella quién es? En 2020 contendió por la Presidencia de Bielorrusia —luego de que su esposo fuera detenido y llevado a prisión por supuestamente agredir a un policía durante una manifestación.
Lukashenko, Putin y la Unión Europea: 5 puntos clave sobre las protestas en Bielorrusia
Tijanóvskaya se lanzó como candidata independiente y cuando se dieron a conocer los resultados electorales —donde las autoridades confirmaron que Lukashenko había arrasado con el 80% de los votos—, ella acusó fraude e iniciaron las manifestaciones masivas que fueron el foco de atención en Europa del este el año pasado.