Puede que no sepamos mucho de esta nación —y tal vez sólo la ubicamos por haber sido parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) o el accidente nuclear en Chernóbil. Pero desde agosto, Bielorrusia ha sido un hervidero de protestas ciudadanas en contra del gobierno de Aleksandr Lukashenko.
Precisamente por esta razón, Bielorrusia ha protagonizado las portadas de periódicos y noticias internacionales. A más de un mes que iniciaron las manifestaciones en contra de Aleksandr Lukashenko —quien lleva más de 20 años en el poder—, aquí hacemos un breve recorrido por el camino de las protestas, sus razones y la incidencia del gobierno de Vladimir Putin.
Aleksandr Lukashenko
Empecemos por Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde julio de 1994. El exdiputado —y entonces candidato independiente al momento de ganar sus primeras elecciones— llegó al poder con la promesa de salvar a Bielorrusia de la crisis económica que la asediaba tras la disolución de la URSS y la gestión del ya antaño expresidente de Rusia, Boris Yeltsin.
Con el paso del tiempo, Lukashenko fue reconocido por su crear convenios comerciales con el gobierno de Rusia y la aplicación de una política económica basada en el socialismo de mercado. Es decir, que el Estado se encarga del control de áreas clave para la economía, industria y producción aunque permitía la libre oferta y demanda en otras actividades.
Sin embargo, al bielorruso se le pasó la mano —y aplicó la de don Porfirio Díaz—, pues va por su sexto mandato en medio de acusaciones por represión, falta de libertad de expresión, bajos salarios y un buen de manifestaciones que iniciaron en los primeros meses de 2020.
Los reclamos comenzaron a subir de tono en contexto de las elecciones del 9 de agosto, cuando la ciudadanía salió a votar por un sexto mandato de Lukashenko o la candidata independiente Svetlana Tijanóvskaya.
Sin embargo, ¿qué hizo que cientos de personas salieran a las calles para demandar de plano que se repitieran las elecciones?
Elecciones en Bielorrusia
En medio de la pandemia de COVID-19, la gente salió a votar en las urnas. Pero los resultados fueron desfavorables para Svetlana Tijanóvskaya, ya que de acuerdo con la Comisión Electoral Central (CEC), Lukashenko arrasó con los votos, llevándose el 80%.
Con estos resultados, Aleksandr Lukashenko aseguró su reelección, pero no contó con la respuesta de la oposición y la convocatoria para que la ciudadanía saliera a denunciar un fraude electoral.
Tres mujeres lideran la oposición contra Lukashenko
Quienes llevan el rostro de la oposición son tres mujeres. Se trata de la candidata Svetlana Tijanóvskaya, quien ya tuvo que salir de Bielorrusia para evitar ser arrestada, la directora de orquesta y activista María Kolésnikova, detenida por el gobierno bielorruso, y Veronika Tpsepkalo.
En el caso de Tijanóvskaya, la profesora le entró a las elecciones tras la detención de esposo, en mayo de 2020.
Al anunciar su postulación, la política recibió de inmediato el apoyo de una activista y directora de orquesta —que trabajó como jefa de campaña— y Veronika Tpsepkalo, esposa del exembajador de Bielorrusia en Estados Unidos, Valeri Tsepkalo.
El gobierno de Lukashenko no creyó que la campaña de estas tres mujeres trascendiera. Pero no fue así. Svetlana Tijanóvskaya, quien va por el acercamiento entre Bielorrusia y la Unión Europea logró llamar a una parte de la población al levantamiento.
Aunque no ha logrado desestabilizar al gobierno de Lukashenko —que este 23 de septiembre asumió de nuevo el poder—, ni mucho menos el apoyo desde Rusia.
Rusia y Bielorrusia
Aquí salió el peine. Es bien conocido que Bielorrusia ha sido cercana al gobierno de Vladimir Putin tanto en las relaciones comerciales, como en el discurso político —aunque en los últimos años han tenido desacuerdos por las exportaciones del bendito petróleo.
En el mapa de Europa del Este, Bielorrusia también ha servido como aliado del gobierno de Putin.
Ahora con el rollo de las protestas, Rusia y Bielorrusia firmaron un acuerdo para colaborar más de cerquita —y el gobierno de Vladimir Putin apoyó a Lukashenko con un crédito “gubernamental”.
La Unión Europea
Del otro lado de la moneda está la Unión Europea y Estados Unidos, que salieron al tiro para no reconocer la legitimidad del gobierno de Lukashenko —como Alemania. Y casualmente, en la cancha de la Unión Europea juega Svetlana Tijanóvskaya, quien ha pedido a la comunidad internacional a que apoye su causa y de esta manera derrocar al gobierno pro ruso.
Lo que se ve difícil en estos momentos, aunque el presidente haya reconocido que ya lleva un buen de tiempo en el poder.
