Uno pensando en pensiones y retiros… y Bernardo Bátiz, a sus 83 años, en cómo le va a tener que chambear en el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) por un periodo de cinco años.
Ayer se dio a conoce que AMLO designó a quien fuera su procurador de Justicia (cuando andaba como jefe del DF) como nuevo consejero del CJF. Así, directo, por “la facultad que le confiere el artículo 100 de la Constitución”.
De acuerdo con lo informado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Bernardo Bátiz comenzará en el CJF a la de ¡ya!, es decir, a partir de la fecha en que se dio a conocer su designación.
El cargo de Bátiz se prevé que dure un periodo de cinco años. Según lo checó la SCJN, el exprocurador e intelectual reunió todos los requisitos que establece el artículo 95 de la Carta Magna… ahí, por si querían hacerla de emoción como con muchas otras discutibles designaciones que ha hecho AMLO en lo que va de su sexenio.
Según indica Reforma, Bernardo Bátiz fue designado por AMLO para sustituir el lugar que dejó vacío Martha Hernández y, como dato Godínez, será el consejero más longevo que haya tenido la Judicatura desde su creación, en 1994.
Pero, “pura calidad”, como dirían los clásicos…
El Consejo de la Judicatura Federal es el órgano encargado de “garantizar la administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial, que permitan el funcionamiento de Juzgados de Distrito y Tribunales de Circuito y aseguren su autonomía, así como la objetividad, honestidad, profesionalismo e independencia de sus integrantes, a fin de coadyuvar a que la sociedad reciba justicia pronta, completa, gratuita e imparcial”, según señala su propia página.
Para cumplir con la misión que le ha dejado AMLO, Bernardo Bátiz nomás tendrá que acudir una vez por semana a chambear… que es el número de veces que el Consejo se reúne. Claro, tendrá que trabajarle desde casa lo necesario, ya que el CJF llega y en corto resuelve designaciones, quejas administrativas y denuncias de magistrados de Circuito y jueces de Distrito.