Lo que necesitas saber:
Debido a la situación que se vivió en el Congreso de Guatemala, se llegó a pensar en un golpe de Estado. Incluso, la OEA y la UE pidieron a los legisladores permitir que Bernardo Arévalo recibiera el poder.
Desde hace semanas se preveía que iba a pasar y pasó: opositores en el Congreso trataron de evitar que Bernardo Arévalo asumiera como presidente de Guatemala. Lo único que consiguieron fue retrasar el evento por varias horas y, por ello, fue hasta la madrugada de este 15 de enero que Arévalo tomo posesión del cargo.
Opositores en el Congreso retrasaron la toma de Bernardo Arévalo por 10 horas
Ya sin la presencia de varios de los invitados de honor (porque ni modo que se quedarán ahí las casi 10 horas que se retrasó el evento), Bernardo Arévalo tomó posesión como presidente de Guatemala. El cargo lo tendrá durante el periodo 2024-2028, tiempo en el que tendrá que demostrar que va en serio su promesa de acabar con la corrupción de su país.
“Mediante la unidad y la confianza podemos transformar el panorama político en Guatemala”, aseguró Bernardo Arévalo en el primer discurso que dio como presidente. “Me orgullece, me enorgullece afirmar que el pueblo de Guatemala está ofreciendo a la comunidad mundial un ejemplo inesperado de convicción y resiliencia democrática”.
OEA y Unión Europea pidieron al Congreso dejar que Arévalo tomara posesión
El 20 de agosto, Bernardo Arévalo ganó las elecciones presidenciales de Guatemala y, casi de inmediato, comenzaron las acciones para evitar que asumiera el cargo. Principalmente desde el Ministerio Público, donde se trató de retirarle su inmunidad, lo cual (de haber ocurrido) abría la puerta para su arresto. Arévalo fue acusado de lavado de dinero y falsificación de documentos utilizados para la creación del partido político que impulsó su candidatura presidencial, Movimiento Semilla.
En la defensa de la victoria electoral de Arévalo se metieron todo: Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea… incluso AMLO, quien nunca se mete en asuntos de otros países, llamó a la oposición guatemalteca a respetar el voto y dejar que Arévalo asumiera como mandatario.
Al no prosperar los recursos contra Arévalo, a los opositores en el Congreso sólo les quedó una cosa: retrasar la toma de posesión. Así lo hicieron por alrededor de 10 horas, tiempo en el que se presentaron altercados, discusiones y la negativa a certificar a los nuevos miembros del Parlamento. Una situación que llegó a hacer circular el rumor de que se preparaba un golpe de Estado.
Presidente saliente de Guatemala no acudió al evento
Muchos ya daban por hecho que la oposición se negaría a entregar el poder a Arévalo, al punto que la OEA y la Unión Europea hicieron una declaración en conjunto para pedir al Congreso saliente que aflojara: “hacemos un llamado al Congreso de la República a cumplir con su mandato constitucional de entregar el poder como exige la Constitución en el día de hoy”.
Afortunadamente, el asunto no pasó a mayores y, ya sin la presencia de invitados especiales como los presidentes de Chile, Paraguay, Costa Rica, Bernardo Arévalo recibió el poder… de manos de nadie, ya que el presidente saliente, Alejandro Giammatei, tampoco estuvo presente. Al final, quien traspasó el gobierno a Arévalo fue la secretaria de Giammtei.