Bueno, no es algo que sorprendiera a nadie. El ex primer ministro italiano es acusado de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
Además fue inhabilitado para el ejercicio de cualquier cargo público (menos mal, digo, el señor es acusado de abuso de poder, nada más faltaba que le dieran acceso a él).
La acusación por incitación a la prostitución de menores es porque Berlusconi mantenía, supuestamente, relaciones sexuales de pago con la joven marroquí Karima El Marough, alias «Ruby», la cual no había cumplido entonces 18 años. Mientras que la acusación por abuso de poder es por una llamada que hizo a Milán para exigir que liberaran a la chica después de que cometió un robo.
El abogado de ex primer ministro, Niccolo Ghedini, afirmó que no estaba sorprendido por la condena y añadió que se apelaría la sentencia:
«Es una condena que queda fuera de la realidad y de las actas procesales. El tribunal no ha tenido en cuenta la realidad»
La fiscal Ilda Bocassini había solicitado el pasado 13 de mayo seis años de prisión e inhabilitación de por vida para cargo público ya que aseguraba que no había duda alguna respecto de que Ruby había mantenido relaciones sexuales con Berlusconi y había obtenido beneficios a cambio (todo esto mientras era menor de edad).
Además, la fiscal asegura que en las fiestas de la mansión de Berlusconi en Arcore (cerca de Milán) eran invitadas chicas que formaban parte de un sistema de prostitución organizado para la satisfacción sexual del político (Ruby sería una de esas chicas).
Bocassini también asegura que en 2010 Berlusconi cometió abuso de poder, ya que la chica fue detenida en una comisaría de Milán y para exigir su liberación afirmó que la chica era sobrina del, entonces, presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Esa fue una gran mentira y no se la creyeron ni los agentes de la comisaría (además, se las olían porque ya entonces había el rumor de que el ex primer ministro tenía «otra chica», la joven Noemí Letizia).
A principios de este mes, los abogados de Berlusconi pidieron la absolución de su cliente ya que, según ellos, las juezas estaban predispuestas contra la defensa y a Bocassini (la fiscal) la unía una «cercanía cultural» con las magistradas (y por lo tanto actuaba con base en prejuicios).
Berlusconi también enfrenta una resolución pendiente por parte del Tribunal por fraude fiscal. Y a finales de mes comenzará la audiencia preliminar del juicio por la supuesta compra del senador Sergio de Gregorio para hacer caer al gobierno de Romano Prodi (esto fue en el 2007).
Y por el ámbito civil (o sea los crímenes que se le imputan sólo como ciudadano y no como político) el exprimer ministro italiano tiene pendiente la decisión del Supremo sobre la sanción de 560 millones de euros a su grupo empresarial Fininvest por los daños patrimoniales ocasionados al conglomerado CIR en la pugna por la editorial Mondadori, además de la apelación por la sentencia de divorcio de su segunda esposa, Verónica Lario.
Como vemos el señor no la va a tener nada fácil lo que resta del año.
Aquí podemos ver la sentencia