En una de esas escenas que le dan la vuelta al mundo, esta semana, desde Sudáfrica nos encontramos una estresante imagen que se está volviendo viral. Se trata de la foto de un bebé siendo lanzado desde el segundo piso de un edificio mientras la construcción se encuentra envuelta en humo.
Si solo hicieron una visita rápida, váyanse con buenas noticias. La bebé está completamente sana, a salvo y ya se reunió con su madre.
La fotografía fue captada por las cámaras de la BBC. Específicamente, la vimos gracias al lente del periodista Thuthuka Zondi, que estaba cubriendo las recientes manifestaciones, protestas y disturbios en Sudáfrica.
Sucedió en la ciudad portuaria de Durban.
La verdad es que la escena es súper estresante. Si capturas solo el instante de un bebé siendo lanzado desde un segundo piso de un edificio en llamas te temes lo peor, pero se trata de una historia con final feliz. Se trató de un rescate comunitario, donde un grupo de desconocidos le salvó a la vida a una joven familia.
La historia detrás de la foto
En estos momentos, en Sudáfrica, la cosa está un poco tensa.
Decenas de personas han perdido la vida en todo el país después de que se desataran una serie de violentas protestas a raíz del juicio y el encarcelamiento de su expresidente, Jacob Zuma. De acuerdo con Reuters, se han presentado choques policiacos, saqueos e incendios a centros comerciales y torres residenciales. Justo, en una de esos eventos, es donde se tomó la foto de la bebé.
En una entrevista con Nomsa Maseko de la BBC, contaron un poco más acerca de la estresante imagen del bebé en el edificio.
La madre se llama Naledi Manyoni, tiene 26 años y quedó atorada en el edificio junto a su pequeña hija llamada Melokuhle, de casi dos años. Los incendios comenzaron, por las protestas, en las tiendas del piso inferior y el humo fue subiendo.
Naledi se encontraba en el piso 16 y cuando iba desalojando descubrió que la salida estaba atorada.
Entonces, desde un arriesgado segundo piso, tomó la decisión de lanzar a su bebé a un grupo de personas que la esperaban abajo. “Lo único que podía hacerse era confiar en los completos extraños”, decía en una entrevista con la BBC. “Tenía que asegurarme de que mi bebé viviera”.
En un momento emotivo, las personas en la calle atraparon a Melokuhle y la llevaron a un lugar más seguro.
Y esta historia, además, tiene un final todavía más feliz porque —aunque las manifestaciones en Sudáfrica siguen— los bomberos llegaron al lugar cerca de 20 minutos más tarde. Con sus escaleras rescataron a Naledi que, una vez a salvo, pudo reunirse con su pequeña bebé.
*Con información de Nomsa Maseko de la BBC