El presidente de Estados Unidos hizo un llamado a la unidad entre la población y los cuerpos de Policía, durante su discurso en la ceremonia a los oficiales caídos en el ataque del pasado 7 de julio.
El jefe de la Casa Blanca condenó la muerte de los cinco uniformados, víctimas de Micah Johnson, francotirador que los atacó mientras se desarrollaba una protesta por la brutalidad policiaca de las últimas fechas en el país vecino.
La labor de las fuerzas del orden fue elogiada por el mandatario, quien lejos de mostrar un semblante preocupado durante su aparición, elogio el deber de servir y proteger de los elementos caídos.
“Todo nuestro modo de vida en Estados Unidos depende del estado de derecho. El mantenimiento de la ley que es un trabajo duro y diario. En este país no tenemos soldados en las calles, o milicias. En cambio, tenemos a los servidores públicos”