Mañana presenciaremos un acto histórico: Barack Obama se convertirá en el Primer Presidente de Estados Unidos que visite Cuba, 88 años después de Calvin Coolidge, el último presidente norteamericano que viajó a La Habana. A diferencia de Coolidge quien llegó a la Isla a bordo de un buque de guerra, Obama arribará en el Air Force One.

La visita del primer mandatario estadounidense a Cuba se realizará a poco más de un año de que se reanudaron las relaciones diplomáticas entre estos dos países que durante mucho tiempo sostuvieron grandes diferencias. Este será el tercer encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro.

Sin embargo el proceso para reanudar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba no fue de un día para otro, fue algo que llevó algunos años de pláticas y acuerdos entre los presidentes de cada nación.

Todo comenzó en 2013, durante el funeral de Nelson Mandela, en Johannesburgo, cuando de manera sorpresiva Barack Obama estrechó la mano de Raúl Castro, a pesar del distanciamiento -de poco más de medio siglo- entre las naciones que representan.

Más que una muestra de respeto o educación, este saludo tenía una intención política que quedó clara tiempo después. El acercamiento entre las naciones distanciadas contó con la participación de algunos intermediarios, uno de ellos: El Vaticano, que sirvió como sede para que los mandatarios tuvieran reuniones secretas que agilizaron su reconciliación.

A finales del 2014 Raúl Castro agradeció tanto al Vaticano como al Papa Francisco por desempeñar un papel clave en la unión que parecía imposible.

Consecuencias

La reactivación de las relaciones diplomáticas entre Norteamérica y La Habana trajo como consecuencia los siguientes puntos:

  • La reapertura de la Embajada Estadounidense en Cuba. El 3 de enero de 1961 el edificio donde se encontraba la embajada norteamericana en la Habana cerró sus puertas, pero tras el resiento acuerdo volvieron a abrir en agosto del año pasado con la visita del Secretario de Estado de EU John Kerry.
  • Reactivar los viajes de Estados Unidos a Cuba. Esta semana se anunció que después de más de medio siglo, una empresa norteamericana llegará a Cuba para volver a operar los vuelos comerciales entre los dos países.
  • Expandir el comercio. La reapertura de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones también abre la expansión del comercio, las ventas, el intercambio y las exportaciones de diversos bienes y servicios de Estados Unidos a Cuba.

Opositores

Una de las condiciones que puso Obama para este viaje fue la reunión con todos los sectores de la población cubana, incluyendo a los opositores y críticos del gobierno cubano, quienes ya están listos para recibirlo, pues ven en esta visita varias “oportunidades y desafíos” para todos los cubanos.

“Creemos importante aprovechar esta oportunidad para avanzar en nuestro empeño por conseguir la democratización de la sociedad cubana, de su sistema político, y la maduración de un proyecto de país inclusivo, tolerante y plural.

Es también una oportunidad para que la clase política gobernante cubana entienda que ya no hay espacio para la filosofía de ‘fortaleza sitiada’, la cual califica a todo disidente como un traidor, ni para el mantenimiento del régimen político excluyente, discriminatorio y autoritario. Que la patria debe ser “con todos y para el bien de todos”, dice un documento avalado por “más de 45 organizaciones y activistas” cubanos sobre la próxima visita de Obama.

El deshielo de la relación política entre Estados Unidos y Cuba es quizá s el logro más grande de Barack Obama en los siete años que lleva a la cabeza de Norteamérica, algo que quiere dejar bien fundamentado y que busca dejarlo totalmente solidificado antes de su salida de la Casa Blanca, para evitar que quien sea su sucesor no lo quebrante.

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