Vas caminando por una calle de Nueva York y te topas con un puesto callejero de spray art; preguntas por su precio y se te hace caro pagar 60 dólares por cada uno, y mejor sigues tu camino. Al otro día te enteras que esos cuadros eran obras originales de Banksy.
Pues algo así le pasó a cientos de personas que el pasado sábado se toparon con un puesto callejero de cuadros realizados con aerosol y siguieron su camino sin percatarse que aquellas obras fueron elaboradas por el mismísimo Banksy, quien desde hace un par de semanas está en Nueva York.
Con ayuda de un hombre común y corriente que atendía el puesto, Banksy tuvo la idea de sólo por un día vender algunas de sus obras originales disfrazadas de “copias piratas” a sólo 60 dólares (cuando normalmente llegan a costar al menos unos 30 mil dolares).
Y es que Banksy es un artista callejero tan inalcanzable, que a nadie le cruzó por la cabeza que en aquel modesto puesto atendido por un señor amigable en realidad estuvieran “casi regalando” obras que en realidad cuestan miles de dólares.
El puesto se puso cerca de Central Park antes del mediodía, y la primera venta se realizó hasta las 3:30 de la tarde, la afortunada fue una señora que llevó dos cuadros para sus hijos ¡y consiguió que se las dejaran a mitad de precio!
La segunda compradora fue una mujer neozelandesa y el tercero un hombre de Chicago que dijo buscar “algo para decorar las paredes”; él se llevó 4 cuadros (ahora debe estar que salta de contento por tan buena inversión).
El puesto cerró a las 6:30 de la tarde. En total fueron tres personas las que se llevaron 8 lienzos, dejando en 7 horas de venta una ganancia de apenas 420 dólares.
No faltará quien se quiera ver abusado y se de sus vueltas por la zona esperando encontrarse nuevamente con el puesto, pero en la página web de Banksy ya se anunció que el hecho no se repetirá.
Ni hablar, felicidades a los que se pusieron listos.