El Banco de México informó que decidió aumentar su tasa de interés interbancario 50 puntos base, dejándola en 4.75%, para contrarrestar las presiones inflacionarias —dicen— y mantener las expectativas de inflación (¡qué detallazo, qué acomedidos!). El pasado 30 de junio, el banco central ya había movido la tasa de 3.75% a 4.25%.
Banxico señaló que este aumento tiene como propósito reforzar las políticas orientadas a fortalecer la economía nacional frente al entorno adverso de crecimiento económico en el mundo, de acuerdo con Animal Político.
Los pronósticos de crecimiento en las economías avanzadas se han reducido a causa de un ajuste a la baja en Estados Unidos, por lo que las autoridades bancarias esperan que las economías emergentes mejoren ligeramente.
A TODO ESTO, ¿EN QUÉ NOS AFECTA EL AUMENTO EN LA TASA DE INTERÉS?
La decisión del Banco de México elevará la tasa que cobran los bancos en créditos automotrices, en préstamos para comprar vivienda y —en menor medida— los realizados a través de tarjeta de crédito.
En la situación de los tarjetahabientes, es probable que el alza no tenga gran repercusión, ya que actualmente las tasas que cobran los instrumentos de financiamiento son de por sí altos. En México se cobran tasas de interés entre 45% y 55%, con un Costo Anual Total que incluso puede superar el 60%, señala El Universal.
Al parecer, los que sí la podrían sufrir son aquellos que solicitaron algún préstamo para adquirir un automóvil o una casa, ya que sus pagos están planeados a mediano y largo plazo. El incremento para los créditos otorgados a pequeñas y medianas empresas dependerá del plazo al que estén contratados este tipo de financiamientos.
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