No será con buena alimentación o algo parecido. Las autoridades mexicanas esperan que los niños pateen balones hasta adelgazar…
El director del programa Prospera del Seguro Popular, Daniel Aceves, presumió los elementos que forman parte de la muy pensada estrategia con la que combatirán la obesidad de nuestro país, sobre todo en las zonas más marginadas. Nada menos que balones que no se ponchan y cuerdas para saltar.
Aceves señaló que estos sofisticados aditamentos tienen como objetivo promover la actividad física, sobre todo entre los niños quienes por más que le den duro a las golosinas, siempre tendrán la opción de bajar sus kilitos de más pateando balones… por muy áridas, rocosas y peligrosas que sean las zonas en que viven:
“Una pelota convencional tiene una vida de 48 horas aproximadamente y, sobre todo en estos lugares, donde hay espinas, alambres de púas, etcétera; este tipo de pelotas por su alta durabilidad acompañan toda la infancia de los niños”.
Niños que muchos de ellos tienen que trabajar desde muy pequeños, por lo que no tienen tiempo para jugar… pero bueno, pequeño detalle. Para que vieran que no nomás nos está choreando, Aceves procedió a calar una de sus pelotas “con carácter imponchable”, a la cual le dio su buena perforado, pero ni así logró desinflarla.
Presentadas por primera ocasión a nivel internacional, las innovadoras pelotas se estarán distribuyendo en las comunidades más pobres de nuestro país. Según presume Aceves, estos balones de tecnología japonesa tienen una vida de entre 10 y 15 años, tiempo en el que los niños no tendrán excusa para realizar los 150 minutos de actividad física que se recomiendan por semana.
Pero bueno, para que vean que no nomás con balones quieren que los niños tengan buena condición, se explicó que como parte de la Estrategia Integral de la Atención a la Nutrición (Esian) también se darán suplementos alimenticios para niños de 6 meses a 5 años de edad… además se distribuirán básculas y cintas métricas y se ofrecerá capacitación con materiales de comunicación y toda la cosa…