Por si algo le faltara a Guerrero… la noche del sábado, mientras cenaba plácidamente en un restaurante ubicado en la avenida costera de Acapulco, el gobernador electo de Guerrero, Héctor Astudillo, fue testigo de una balacera a pocos metros de donde se encontraba. Resultado del ataque, efectuado por un comando armado, falleció una persona a consecuencia de un infarto, mientras que dos escoltas de fueron heridas.
El asunto no hubiera sido tan aparatoso, pero la balacera se dio porque los guardias del gobernador electo accionaron sus armas pensando que los disparos del grupo armado iban dirigidos a su jefazo… cuando en realidad el ataque “sólo” era contra las fachadas de tres bares de la zona.
Además de la muerte del trabajador de un hotel y las lesiones a las dos personas, se reportaron daños en los inmuebles atacados, así como en varios vehículos que fueron alcanzados por las ráfagas.
Sobre el incidente, la Fiscalía General del Estado (FGE) emitió un comunicado en el que señaló que se inició una averiguación previa por el delito de homicidio, en contra de quien resulte responsable por la muerte por infarto del empleado identificado como José Luis Mojica. Por su parte, el aún gobernador de la entidad, Rogelio Ortega, “lamentó y condenó” lo sucedido, pero aclaró que “el hecho de que el gobernador electo estuviera cerca de ese lugar, fue algo fortuito y de ninguna manera se trató de un ataque contra él”.
Al respecto, Héctor Astudillo aseguró que el ataque no iba dirigido a él, sus familiares o alguno de los comensales que se encontraban en el restaurante en el que se encontraba, el Forza Italia. “Viví de manera directa lo que mucha gente de Guerrero ha vivido. La llegada al restaurante fue totalmente imprevista. Ocurrió al concluir una gira por la Tierra Caliente y Zihuatanejo”, dijo quien asumirá la gubernatura de Guerrero el 27 de octubre próximo.
Para remarcar el hecho que el próximo gober no era el blanco del ataque, la fiscalía señaló que el bar VIP –uno de los establecimientos atacados- ya tenía en su registro dos balaceras en menos de 36 horas.