Por fin las acciones del gobierno repercuten en el sector de los combustibles. No, no tiene nada que ver con la reforma energética: gracias a lo descuidada que está seguridad en Tamaulipas, la “iniciativa privada” ha incursionado en la venta de gasolina y representa una dura competencia para las ventas de Pemex…y de qué forma: ellos ofrecen la Magna y Premium a solo 5 pesos el litro, menos de la mitad que la competencia.
Por cierto la iniciativa privada de la que hablamos es nada menos que “El Cártel del Golfo” y “los Zetas”, quienes -según informes de la propia paraestatal- controlan el 15% del combustible que circula por el estado de Tamaulipas.
Transportada en camionetas pick-up, la llamada “gasolina popular” es una muy tentadora opción para el consumidor cansado de tanto gasolinazo. No por nada existen diferentes videos en la red, en la que se ve cómo se hace filas para adquirir el combustible a un precio más accesible, a sabiendas de que se trata de un producto robado.
Según el diario Milenio, las ganancias que el crimen organizado percibe anualmente por este nuevo negocio en el que han decidido incursionar, alcanzan los 3 mil 500 millones de pesos. Pese a representar una notable pérdida para Pemex –y por tanto el gobierno federal- las autoridades no toman cartas en el asunto; por el contrario, la pasividad que demuestra llega hasta el extremo de permitir que estén a la vista tomas clandestinas en gasoliductos, las cuales ya tienen rotuladas las siglas de la “empresa” a la que pertenece el negocio: “CDG”.
De acuerdo con cifras oficiales, en menos de una década, Pemex ha perdido una sexta parte del mercado tamaulipeco de las gasolinas. Las bajas ventas son inexplicables, dado el crecimiento en la economía del estado -3 a 5% al año- y que durante el periodo 2006-2012 el número de autos en la entidad se duplicó… y sobre todo: Pemex –en teoría- no tiene ninguna competencia.
Por lo anterior, también resulta “inexplicable” la gradual disminución en ventas de barriles: en 2008 se vendieron 153 mil barriles diarios de gasolina en la región noreste del país; al año siguiente el número disminuyó a 151 mil y para 2010 a 148 mil barriles… ya para el 2012 –último año del que se tiene el dato- el número de barriles vendidos descendió hasta los 141 mil. Una astuta hipótesis formulada por las áreas de seguridad nacional, apunta a que ese hueco en ventas se puede explicar por la presencia de un mercado negro de los combustibles.