Oh, mon Dieu! Seguramente así dijeron desde el Palacio del Elíseo, donde despacha el presidente de Francia Emmanuel Macron, después de que la Unesco publicó la lista de las tradiciones consideradas como patrimonio inmaterial, como la baguette.
Así es, la baguette y otras candidaturas —como el banquete festivo de Al-Mansaf en Jordania, las celebraciones del 15 de agosto (Dekapentavgoustos) en las comunidades de la montaña del norte de Grecia (Tranos Choros y el Festival Syrráko), la creación e interpretación del Oud en Irán, el toque manual de las campanas en España o la Semana Santa en Guatemala, entre otras— entró a la lista del patrimonio inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Y aprovechando esta buena noticia para Francia, por acá les vamos a contar un poco más de la baguette y por qué ya es considerada más que un panecito galo ante el mundo.
La baguette ya es patrimonio de la Unesco
Desde Rabat, Marruecos, el Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco anunció la lista de las tradiciones y costumbres reconocidas por su impacto social y cultural.
En el caso de la baguette, su elaboración es considerada como un arte culinario y resulta ser todo un símbolo para la sociedad parisina y gala.
Además, la Unesco explica así su importancia: “(La baguette) genera unas pautas de consumo y unas prácticas sociales que la diferencian de otros panes: una compra diaria que conlleva visitas regulares a las panaderías, una forma alargada que requiere exposiciones específicas”.
(Y si hacemos una comparación en cuanto al simbolismo de los alimentos, su importancia y el cariño que la gente les tiene, pues —no se vayan a enojar— para Francia la baguette podría ser algo así como la tortilla para México, ¿no?).
Su historia
Pues… no está del todo claro el origen de la baguette. Al menos no hay una versión oficial que precise cómo comenzó a elaborarse y por quiénes.
Algunos especialistas dicen que la baguette fue importada de Viena (Austria) o que los panaderos del mismísimo Napoleon fueron quienes la crearon.
Lo único certero es que este alimento —hecho a base de harina, agua, sal, levadura y masa madre— comenzó a ser súper popular en la década de los años 20 del siglo XX en París, luego de que una ley prohibiera trabajar antes de las 4 de la mañana.
Entonces, según la versión popular, para tener listo el pan, los dueños de las panaderías comenzaron a hacer un pan mucho más largo, para de esta manera poder cumplir a tiempo con los clientes, entregando el pan ya en la mañanita.
Ese es el par de versiones sobre los orígenes de la baguette, aunque como sea, en la actualidad, en Francia hay hasta festivales y eventos especiales dedicados a la elaboración de las baguettes, símbolo de la comida y el arte culinario parisino, francés.
Por cierto, si quieren revisar la lista completa de la Unesco, ACÁ les dejamos el enlace.