Ya llegó, ya está aquí, el momento esperado por chicos y grandes, ¡¡¡la nota Ternuringaaaaa!!! Ese espacio en el que puedes reír y llorar de felicidad. Deja fuera tus complejos y preparate para sentir cosas bonitas.
Ay amigos, pues ya van a empezar las olimpiadas y todos nos sentimos muy emocionados. La verdad, acá entre nos, yo soy de los que chillan en la inauguración. Y cuando alguien gana una medalla. Y cuando alguien pierde. Y también en la clausura.
Los humanos no somos los únicos ilusionados con el inicio de Londres 2012, también los animalitos, sobre todo los roedores. Y es que son unas criaturitas taaaaan nobles, y tan bonitaaaas, que cualquier cosa relacionada con ellas es lo más chiqui-wuau del universo.
No entiendo cómo hay gente que les teme y los agarran a escobazos. ¿Acaso no entienden que son animalitos buenos y sólo quieren cariño? Me duele que haya gente mala en el mundo y no se pongan a pensar que cada criatura de este universo merece respeto. ¡Todos habitamos el mismo planeta y por lo tanto, debemos querernos y apoyarnos!
Volviendo al tema olímpico… pues unos cuyos quisieron organizar sus propias competencias olímpicas, no para demostrar quién es el mejor, sino para convivir y hacer crecer el amor y la amistad que los une. Y no sólo se ven súper curiosos, también inspiran la mayor ternura. Y es que estos bebecitos están dispuestos a dar todo para conquistar el premio más importante: el de tu corazón.
Se ven tan hermosos. ¿Se imaginan qué así fueran las olimpiadas en la vida real? ¡Serían aun mejores! Ver a los cuyos correr con sus patitas, y lanzar jabalinas con sus manitas, y dar vueltas en el aire con sus cuerpos regordetes.
Ayyyy me encantan. Mi alma siente unas ganas incontenibles de abrazarlos, darles besitos y hacerles cuchi cuchi (la Vázquez Mota explicó que son cariñitos, no sean mal-pensados-groseros-pelados).
Les voy a enseñar mi colección de Cuyos olímpicos, pero prometan que atesorarán las imágenes en un lugarcito muy especial de su memoria, ahí donde guardan esos momentos que valen la pena preservar.
Ahora despréndanse de cualquier prejuicio y coraza que cubra su verdadero yo (si quieren pueden encuerarse). Suspiren de manera honda y profunda, dejen que la ternura inflame cada uno de sus rincones, y vuelva de este momento una experiencia de amor.
Vean estas cositas:
No puedo con tanta lindura, son prechiosooooos!!!
Papi quiero unooooos!!!
Awwww Ternuringaaaaasssss!!!!!
Ter-nu-rin-gasssss!!!
Me los como con heladito y galletas!!!! (no te hablo a ti, Garay, viejo rabo verde y marrano que la tiene chiquita)
Ahhhh…. fue tanto el impacto que mis ojos están a punto de derramar una lágrima y mi carita está roja como tomate. Vale la pena hacer estas notas, porque nos volvemos más humanos y nos sentimos motivados a ser mejores en la competencia de la vida.
No sé quién gane más medallas en las olimpiadas, pero lo cierto es que estos cuyos ya tienen la medalla dorada de la ternura.
Esperen… hubo algo que no puse en la nota, dejen reviso de qué se trata. Mientras pueden ver este video que no es olímpico, pero que es de una caricatura muy tierna que había hace muchos años:
Ya regresé… y ya no estoy feliz ni emocionado.
Ahora me siento triste.
Es que descubrí que los Cuyos de las fotos no existen. 🙁 Fueron hechos por medio de computadoras para un calendario de la tienda Maverick. Eso quiere decir que los animalitos olímpicos no son reales.
Me duele el corazón. Muy feo. Ya no quiero escribir nada, ya me puse de malas. Mejor voy a marcarle a mi mamá, o a visitar una cantina. Adiós.
