162 pasajeros de un avión turco, de la compañía aérea Pegasus Airlines, la sintieron cerca luego de que el pasado sábado 13 de enero, la nave se saliera de la pista de aterrizaje y cayera en un acantilado cerca del Mar Negro, según información de CNN.
La aeronave, un Boeing 737-800, llevaba a bordo a los 162 pasajeros, dos pilotos y cuatro sobrecargos al momento del accidente. Pero no se preocupen porque ninguno resultó herido, todos salieron de ahí sanos y salvos, aunque seguramente todos se llevaron el peor susto de sus vidas.
Mientras tanto el aeropuerto de Trabzon ha cancelado todos los vuelos que tenía para comenzar con la investigación y conocer los motivos por los cuales el avión pudo caer en ese lugar. Menos mal que no pasó otra cosa, aunque nos preguntamos si tener una pista de aterrizaje cerca de un acantilado es una buena idea.
