Como les informamos hace unos días, tristemente el nuevo avión presidencial –el polémico Boeing 787- podría ponerse a la venta, esto si la Secretaría de Hacienda considera que hay beneficios en deshacerse de la nave.
Pero haya o no haya nuevo avión para Enrique Peña Nieto, los trabajos de construcción del hangar presidencial serán concluidos, ya que estos se encuentran al 70% y se prevé que terminarán en noviembre… un mes antes de que se reciba el Boeing. Así lo hizo saber el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza.
“La obra está preterminada, no es posible frenarla porque está a punto de terminarse, sería un error dejarla sin terminar. Si se vende, pues, todo esto que ven ahí es transportable, se puede vender, se puede transportar a otro sitio”.
La construcción del hangar que estará diseñado para dar buen refugio a un avión con las dimensiones del Boeing 787 Dreamliner, está a cargo de la empresa Concretos y Obra Civil del Pacífico, filial de la constructora consentida de la actual administración: Grupo Higa. Aunque probablemente no sirva para los fines planeados, ni modo que dejen a la empresa con la chamba a medias…
Sobre todo sin el pago de 794 millones de pesos, cantidad que cobrará la empresa por la ampliación del actual hangar presidencial, así como por echarle una manita de gato a la fachada. En lo que respecta al área de espera, no tendrá modificaciones, y el área de oficinas y estacionamientos recibirá trabajos menores.
Pero bueno, véanlo como inversión… el hangar aunque sea de bodega servirá. No como la compra del avión presidencial, que una vez recibido podría venderse a un precio menor a los 6 mil 979 millones de pesos que costó (o al menos ése fue el valor con el que fue registrado en el presupuesto de la Sedena).