Después de la Copa del Mundo de Brasil todavía no podemos asimilar lo sucedido, no podemos olvidar el famosísimo #NoEraPenal o el triunfo de Alemania en la final sobre una precaria Argentina, aunque al parecer los planes para la Federación Mexicana de Futbol ya están a la vuelta de la esquina.
Ayer, Miguel Herrera anunció que los “viejitos” del grupo no podían seguir más, que Rafael Márquez y Carlos Salcido debían bajarse del barco lo más pronto posible y cederle su puesto a los jóvenes que venían empujando fuerte rumbo a Rusia 2018.
Esto no es algo que no sepamos, es un lugar común decir que un jugador de 36 años en la actualidad posiblemente no aguantará un proceso más de cuatro años para llegar en óptimas condiciones a la siguiente justa, pero por qué apresurar las cosas.
Si Salcido demuestra en el 2018 (cuando tenga 38) que puede ser el líder, ¿no podrá ir solo porque su edad es una “limitante”? En el Tri deben estar los mejores, y siempre ha sido así, de eso se trata. Aunque algunas veces se confunde ser el mejor con el más mediático, pero igual es el pan de cada día.
El “Piojo” y compañía deben tener bien claro desde ya, que esto no se trata de quién demuestre que es el mejor tres días antes de tomar un vuelo a Rusia, México necesita un gran proceso en el que los torneos inmediatos sirvan como una catapulta o premonición de lo que pueda pasar en un futuro.
Joachim Löw no llevó a la Mannschaft a conquistar el Mundial de 2014 por obra de la casualidad, fue un proceso que comenzó desde 2006 cuando era asistente de Jürgen Klinsmann y que al parecer seguirá de muy buena forma para el certamen entrante.
Todos los involucrados aquí necesitan poner los pies sobre la tierra, dejar a un lado su “fama” y sus cocas con nombre, para poner desde ya un plan de cara a la Copa Oro y la Copa América, en donde sus jóvenes pueden o no funcionar.
@sopitasdeportes / @soy__carlos