Lo que necesitas saber:
Estados Unidos tiene un largo historial de atentados contra presidentes y candidatos presidenciales, como el ocurrido recientemente a Donald Trump.
Donald Trump ha sido el tema de conversación más relevante en todo el mundo y no es para menos, ya que el expresidente (y hoy candidato a la presidencia de los Estados Unidos) fue víctima de un atentado en su contra durante un mitin político.
Por acá les hemos contado los pormenores de lo ocurrido: desde lo que se sabe del ataque a Donald Trump, hasta las imágenes y reacciones que ha dejado este ataque, el primero desde el año 1981 donde un político estadounidense resulta con una herida.
Además de Donald Trump, otros candidatos y políticos estadounidenses han sufrido atentados
Y es que sí, aunque el de Donald Trump ha sido el más mediático en los últimos años, Estados Unidos tiene una larga lista de presidentes y candidatos presidenciales que han sufrido un ataque directo. Algunos de ellos que incluso, perdieron la vida en estos atentados.
Acá recapitulamos los mandatarios y políticos estadounidenses que han sido víctimas de ataques:
Andrew Jackson
El séptimo presidente en la historia de los Estados Unidos, fue con quien comenzó el registro de atentados a los mandatarios del país vecino. En su caso, fue el 30 de enero de 1835 cuando Richard Lawrence, un pintor de casas que no tenía trabajo, fue hasta el Capitolio con la intención de asesinar a Jackson.
Lawrence contaba con dos pistolas, de las cuales ninguna pudo descargar una bala contra el entonces presidente. Las autoridades detuvieron al hombre y durante su juicio lo declararon inocente por padecer demencia, padecimiento por el cual pasó el resto de su vida en el manicomio.
Abraham Lincoln
El decimosexto presidente de los Estados Unidos murió el 14 de abril de 1865 luego de recibir un disparo en la cabeza por parte de Wilkes Booth, un actor de teatro que estaba bastante molesto por la victoria de Lincoln, quien se había reelegido y prometió abolir la esclavitud.
Booth y otros cómplices planearon secuestrar a Lincoln y a varios miembros de su gabinete. Sin embargo, el actor tenía tanto odio hacia el mandatario que decidió colarse a su palco, donde veía la obra musical ‘Our American Cousin‘, y atacar Lincoln.
James A. Garfield
Para el mandatario número 20, la suerte no fue distinta. El 2 de julio de 1881, 100 días después de asumir su cargo como presidente de los Estados Unidos, Garfield recibió dos disparos por parte de Charles J. Guiteau, un abogado que le había apoyado y no recibió un puesto importante en su gabinete.
Aunque los disparos hacia James A. Garfield no fueron de gravedad, el político murió por la ineptitud de sus médicos que le provocaron una hemorragia interna e infección grave en su intento fallido de encontrar y sacar las balas que se alojaron en el cuerpo.
William McKinley
Fue el 6 de septiembre de 1901 cuando el presidente número 25 recibió un ataque por parte de Leon Czolgosz, un anarquista estadounidense que le disparó a McKinley en dos ocasiones y mientras se encontraba en la Exposición Panamericana, realizada en la ciudad de Búfalo, Nueva York.
McKinley corrió con la misma suerte de James A. Garfield, pues murió días después por una gangrena que le provocó una de las balas que los médicos no encontraron y por ende, se quedaron dentro de su cuerpo.
Theodore Roosevelt
Con estos últimos dos ejemplos, mantener una bala dentro del cuerpo de alguien no suena a la mejor de las ideas. Pero curiosamente ese no fue el caso de Theodore Roosevelt, presidente número 26 de los Estados Unidos, que vivió con un proyectil en su interior luego del atentado que sufrió el 14 de octubre de 1912.
Roosevelt llegó al poder para reemplazar a McKinley y durante un mitin en Wisconsin, el presidente recibió un disparo al corazón mientras saludaba a la multitud a bordo de su auto presidencial, el cual no le quitó la vida gracias a un estuche para lentes y un discurso que llevaba guardados.
A diferencia de sus antecesores presidenciales, la bala de Roosevelt se quedó en su músculo pectoral y no causaba ningún riesgo de infección. De hecho, era más peligroso el intentar sacarla y al final los médicos optaron por dejará ahí.
Franklin D. Roosevelt
Giuseppe Zangara, un hombre de origen italiano que había comprado una pistola en una casa de empeño, se fue a colar a un mitin en Miami que llevó a cabo el presidente número 32 de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, con la intención de dispararle.
Su intento se vio frustrado por una mujer que lo golpeó accidentalmente con su bolsa y desvió los disparos que realizó. Roosevelt no resultó herido, pero durante el atentado falleció el alcalde de Chicago, Anton Cermak, quien estaba a su lado y recibió una de las balas.
Harry S. Truman
El 1 de noviembre de 1950, los puertorriqueños Oscar Collazo y Griselio Torresola planearon asesinar al entonces presidente, Harry S. Truman (el número 33 en la historia norteamericana) para que el mundo volteara a ver lo necesaria que era la independencia en Puerto Rico.
Ambos se dirigieron a la residencia Blair-Lee, donde Truman se encontraba de manera temporal mientras remodelaban la Casa Blanca, para concluir su plan. Uno que al final terminó con un guardia de seguridad muerto y Torresola sin vida. .
John F. Kennedy
Este quizá es el caso más sonado en cuanto a atentados de presidentes en Estados Unidos y no es para menos, ya que el mundo entero pudo ver las terribles imágenes del asesinato del presidente número 36 de los Estados Unidos.
Fue el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, cuando John F. Kennedy recibió dos disparos mientras viajaba en el automóvil presidencial junto a su esposa Jackie Kennedy. Una de las balas fue a dar en la espalda y la otra en la cabeza.
El presidente Kennedy fue llevado de urgencia al Parkland Memorial Hospital, donde murió poco después por lo grave de sus heridas. Aunque los médicos intentaron lo posible, el mandatario prácticamente terminó con la cabeza destrozada y no había nada que hacer.
Las investigaciones por el caso determinaron que el tirador responsable fue un hombre llamado Lee Harvey Oswald, un almacenista que negó haber asesinado a Kennedy y aseguró que sólo querían inculparlo de un crimen que no cometió.
Robert F. Kennedy
El hermano del presidente John F. Kennedy nunca llegó a la silla presidencial, aunque estuvo muy cerca. Cinco años después del asesinato de John, Robert se lanzó como candidato presidencial y el 5 de junio de 1968 había celebrado su triunfo en las elecciones primarias de California.
No sabía que momentos después su sueño de ser candidato presidencial quedaría frustrado gracias a Sirhan Sirhan, un joven palestino que le disparó a las afueras del Hotel Ambassador, de Los Ángeles, donde otras personas también resultaron heridas.
Gerald R. Ford
Ford, presidente número 38 de Estados Unidos, no tuvo uno sino dos intentos de asesinato durante su mandato. El primero ocurrió el 5 de septiembre de 1975 de parte de Lynette Fromme, una de las integrantes de la ‘Familia Manson’, que intentó disparar al mandatario con un arma que se encasquilló.
La segunda ocasión fue el 22 de septiembre del mismo año por Sara Jane Moore, una ama de casa de 45 años que fue al Hotel St. Francis, en San Francisco, para atacar a Gerard Ford, a quien no logró herirlo por su poco conocimiento de armas (de hecho, esa que usó Sara la había comprado horas antes).
Ronald Reagan
Como un intento bastante extraño de llamar la atención de la actriz Jodie Foster, de quien estaba profundamente enamorado, el 30 de marzo de 1981 un hombre llamado John Hinckley Jr decidió esperar al presidente Reagan a las afueras del Washington Hilton Hotel, donde tuvo una conferencia.
Reagan no tuvo heridas de gravedad por el incidente. Por su parte, Hinckley fue arrestado y declarado no culpable por razones de enfermedad mental, aunque pasó 35 años internado en un hospital psiquiátrico del que salió hasta 2022.
El atentado a Donald Trump no es el único que se ha registrado en los últimos 20 años
Bill Clinton
Igual a Gerald Ford, Bill Clinton (el mandatario número 42 del país vecino) tuvo varios intentos de asesinato durante su carrera política. El más sonado de ellos ocurrió el 29 de octubre de 1994, cuando un hombre llamado Francisco Durán disparó 29 balas de un rifle automático contra la Casa Blanca.
Clinton no se encontraba cerca de la sala donde llegaron los impactos, por lo que resultó ileso. Aunque Durán intentó hacerse pasar por alguien mentalmente inestable al decir que su misión era desarticular un artefacto alienígena en la Casa Blanca, fue condenado a 40 años de prisión.
George W. Bush
En 2005, George W. Bush fue víctima de un atentado fuera de los Estados Unidos y ni se enteró. El presidente número 43 estaba en un mitin junto al presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, para dar un discurso en la Plaza de la Libertad en Tiflis, capital de dicho país europeo.
Cuando Bush tomó la palabra, un hombre local llamado Vladimir Arutyunian lanzó una granada de mano envuelta en un pañuelo. Afortunadamente el dispositivo no pudo explotar y Vladimir fue condenado a cadena perpetua por el crimen.
Barack Obama
En noviembre de 2011 y movido por su odio hacia el presidente Barack Obama (número 44 en la sucesión), Oscar Ramiro Ortega-Hernández, un joven de 21 años y de origen hispano, disparó contra la Casa Blanca con la intención de asesinar a Obama.
Su plan no resultó gracias a que el entonces presidente y la primera dama, Michelle Obama, se encontraban de gira en California. Eso sí, Ortega fue arrestado y condenado por varios delitos, ya que también atentó contra la vida de los trabajadores de la residencia oficial.
Joe Biden
En mayo del año pasado, Sai Varshith Kandula, un adolescente de 19 años, viajó de Missouri hasta Washington para poner en marcha el plan que armó en los últimos seis meses: asesinar al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y tomar el poder sin importar el precio.
Kandula rentó un camión para mudanzas y lo estrelló intencionalmente en una barrera de seguridad para ingresar a la Casa Blanca, donde ondeó una bandera nazi. Lo único que pudo lograr de toda su estrategia, pues fue arrestado inmediatamente por la policía.
El reciente atentado a Donald Trump
El 13 de julio, Donald Trump tuvo que ser evacuado luego de sufrir un atentado en su mitin en Pensilvania, realizado por Thomas Matthew Crooks, un hombre de 20 años que habría usado un rifle AR-15 semiautomático que su padre compró hace unos meses.
Trump fue trasladado a un hospital en Pittsburgh, donde lo atendieron por heridas leves. Eso sí, como seguro se han dado cuenta, este atentado en su contra ha dividido muchas opiniones al respecto, ya que muchos aseguran que se trató de un autoatentado para ganar simpatía.
Como pueden ver, el atentado contra Donald Trump no es el primero y considerando que Estados Unidos no ha regulado su acceso a las armas, una de la industria de la que consigue bastante dinero, suena a que tampoco será el último…
