Bajo el riesgo de que luego les caigan Kodos y Kang a intentar invadirlos (aunque bueno, no tendrían éxito porque las fuerzas de seguridad aún están equipadas), las autoridades de Nueva Zelanda han determinado prohibir la venta de armas de asalto y semiautomáticas.
La decisión que jamás veremos tomar a Donald Trump fue dada a conocer por la mismísima primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, luego del atentado registrado en la ciudad de Christchurh, en el que murieron 50 personas y otras decenas resultaron heridas.
La PM de Nueva Zelanda sobre el asesino: “Nunca me escucharán decir su nombre. Es un terrorista, es un criminal, es un extremista. Y seguirá sin nombre. Al resto, les suplico: digan los nombres de las víctimas, no el del hombre que les mató.” pic.twitter.com/04lzj1soq7
— Dori Toribio (@DoriToribio) 19 de marzo de 2019
“Estoy absolutamente convencida de que habrá una opinión común entre los neozelandeses, aquellos que usan armas con propósitos legítimos y aquellos que nunca han tocado uno, que el tiempo para la disponibilidad masiva y fácil de estas armas debe terminar”, comentó Ardern luego de dar a conocer el amplio catálogo de armas que ya no estarán al alcance de cualquier persona.
De acuerdo con la primera ministra, se prohibirá la venta de todas las armas semiautomáticas de estilo militar, los fusiles de asalto y los accesorios que permiten que un arma genere disparos semiautomáticos, además… bueno, pa’ pronto: “cada arma semiautomática empleada en el ataque terrorista del viernes quedará prohibida en este país”, anunció la ministra.
Un ‘haka’ para homenajear a las víctimas del atentado de Nueva Zelanda pic.twitter.com/w01vEGUOJ5
— La Opinión A Coruña (@laopinioncoruna) 18 de marzo de 2019
Si están en Nueva Zelanda y piensan salir corriendo a comprar el arma que nunca les fue necesaria, pero que ahora que serán restringidas tanto desean… mejor ahórrense la ida a las tiendas, ya que con el anuncio de la prohibición, la ministra advirtió que se tomarán medidas provisionales para evitar compras de pánico.
“Pffff… eso dirá, pero yo puedo ir directo con las autoridades y solicitar un permiso para tener armas y ¡tómala papá!, que me paso por el arco del triunfo la prohibición”, dirán los neozelandeses que se oponen a la medida tomada tras el atentado en Christchurch… pero cuál: “Puedo asegurar que no tiene sentido solicitar tal permiso”, advirtió la primera ministra de Nueva Zelanda.
Y no sólo se prohíbe la compra… al parecer se trata de un desarme total
Además de anunciar que queda prohibida la venta de armas semiautomáticas, Ardern presentó un esquema de recompra de las armas ya adquiridas por los ciudadanos… en el cual, por lo que se ve, se tendrá que participar sí o sí.
“Anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas semiautomáticas de estilo militar. También prohibiremos todos los fusiles de asalto”. La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, impulsa una nueva ley de armas tras la masacre que dejó 50 muertos https://t.co/aCQUnhtOti
— EL PAÍS (@el_pais) 21 de marzo de 2019
“Se trata de todos nosotros. Es de interés nacional y se trata de seguridad. Trabajaré arduamente para conservar ese apoyo mientras trabajamos en los tramos restantes de la reforma que debemos hacer para evitar que vuelva a ocurrir un acto de terror en nuestro país ”, comentó Ardern luego de aceptar que hay muchas razones legítimas para que neozelandeses quieran contar con un arma… pero cree que la gran mayoría prefiere una sociedad desarmada.
De acuerdo con Milenio, para el sistema de recompra de armas se contempla invertir entre 69 y 139 millones de dólares. Habrá un periodo de amnistía, para que los ciudadanos se presenten con su arma ante las autoridades y obtengan a cambio de ella “una compensación justa y razonable”… pero, pasando el periodo, quien todavía tenga armas se enfrentará a multas de hasta 4 mil dólares y penas de hasta tres años de prisión.