Oficiales de seguridad iraquí informaron que hubo un ataque terrorista en un estadio al sur de Bagdad. En Iskandariya se contaron al menos 29 muertos y 70 heridos en lo que fue un atentado suicida con una bomba.
“Le estaban entregando el trofeo a los ganadores y cuando el atacante inmoló entre las personas”, comentó el capitán de la policía, Al-Asriya, a AFP. Poco después, Daesh se adjudicó el ataque.
Iskandariya se encuentra a 40 kilómetros del sur de la capital de Irak, entre las poblaciones y en la que conviven suníes y chiíes.
Al menos 60 personas murieron a principios de marzo en un ataque 80 kilómetros más al sur, en Hilla, cuando un camión cargado de explosivos estalló en un puesto de seguridad.
Esta oleada de bombardeos en las afueras de la zona primaria sugieren que el gobierno ha ganado terreno frente a grupos terroristas del oeste y norte. Por lo tanto, estos actos violentes serían la respuesta.
