El pasado martes 4 de abril se registró un ataque aéreo en la ciudad siria de Jan Shijún, una provincia de Idlib. El bombardeo químico —con gas sarín— dejó un saldo de al menos 80 muertos y 160 personas intoxicadas, de acuerdo con las cifras más recientes. Hasta el momento ninguna organización terrorista ha reclamado la autoría del atentado; tanto el gobierno de Rusia como el régimen de Bashar al-Assad han negado cualquier relación con el siniestro. Las imágenes de las víctimas del bombardeo químico le han dado la vuelta al mundo. De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, la mayoría de los afectados fueron mujeres y niños. Las escenas hablan por sí mismas: niños y adultos yaciendo en el suelo mientras son atendidos. Las víctimas tienen la mirada perdida y presentan dificultades para respirar. Las desgarradoras postales han sensibilizado a propios y extraños sobre la situación en Siria. Incluso a personajes impensables como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El magnate calificó el ataque químico del martes como una “afrenta a la humanidad”. Trump dijo que el bombardeo del martes lo afectó profundamente y transformó su percepción sobre el presidente de Siria. “Les diré que el ataque contra niños tuvo un gran impacto en mí, gran impacto (…) mi actitud respecto a Siria y Assad ha cambiado muchísimo… ahora estamos hablando de un nivel totalmente diferente”. De acuerdo con el mandatario estadounidense, el ataque cruzó varias líneas: “cuando matas niños inocentes, bebés inocentes, bebés, pequeños bebés, con un gas químico que es tan letal, cruzas muchas, muchas líneas, más allá de una línea roja”. Donald Trump —quien se describió como una persona flexible y capaz de cambiar— anunció que habrá un cambio de estrategia y política frente a Siria, aunque se negó a revelar cuál será la nueva directriz. El presidente de Estados Unidos argumentó que no era de su interés anunciar su nueva política en público.
“Ya verán, (Siria) tendrá un mensaje, ustedes verán cuál será ese mensaje”, fue lo único que reveló el empresario multimillonario. Durante su conferencia del pasado miércoles 5 de abril, Trump no habló sobre la participación de Rusia en el conflicto en Siria, aunque unas horas antes había declarado lo siguiente al diario estadounidense The New York Times: “Creo que es un día triste para Rusia, porque son aliados y, en este caso, todo apunta a que (el gobierno de) Siria hizo esto. ¿Por qué lo hicieron? Quién sabe”.
¿Qué dijeron los rusos al respecto?
De acuerdo con la cadena CNN, las declaraciones del presidente Trump no cayeron nada bien en Rusia, el aliado más poderoso con el que cuenta el régimen de Bashar al-Assad. El medio de comunicación indica que el Ministerio de Relaciones Exteriores del país gobernado por Vladimir Putin exhortó al gobierno estadounidense a “mostrar sus cartas” (revelar su nueva estrategia a raíz del ataque químico) sobre Siria. “El acercamiento de Rusia a Assad está claro. Él es el presidente legal de un Estado independiente. ¿Cuál es la estrategia de Estados Unidos?”, comunicó María Zakharova, portavoz de la cancillería rusa, a CNN a través de un mensaje de texto. Hasta antes del miércoles, Donald Trump se había mostrado en contra de derrocar al presidente sirio, ya que, junto con sus aliados, estaban combatiendo al Estado Islámico.
“Assad no me cae bien, en lo absoluto, pero él está matando a ISIS”, dijo el presidente Trump durante su periplo como candidato del Partido Republicano. En diciembre de 2016, Assad ofreció una entrevista en la cual consideró que en caso de que Trump cumpliera todo lo que prometió en campaña “el mundo será un lugar diferente“. El presidente de Siria consideró que si la gestión del magnate se enfoca en reconstruir las relaciones con Rusia “la mayor parte de la tensión en todo el mundo se apaciguará. Eso es muy importante para nosotros en Siria”.