Luego del ataque con más de 50 misiles Tomahawk que Estados Unidos realizó contra bases militares en Siria (o al menos se supone que ese era el blanco), el gobierno de Vladimir Putin ―defensor del régimen de Bashar al-Assad― ofreció un posicionamiento.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó al ataque perpetrado ayer por el gobierno estadounidense contra Siria como una “agresión a un Estado soberano, en violación a las normas impuestas por el derecho internacional”.
Además ―de acuerdo con el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov ― Putin cree que el lanzamiento de 50 misiles Tomahawk está basado en un pretexto fabricado, ya que desde hace tiempo observadores de la ONU pudieron comprobar que Siria no posee armamento químico. Lo ocurrido hace unos días, donde a causa de un ataque químico murieron cerca de 80 personas, fue provocado porque los rebeldes escondían material químico que explotó a causa de ataques aéreos, justificó el gobierno ruso ante la ONU, para que ésta no interviniera luego del mencionado ataque químico.
Putin cree que el desprecio a la información objetiva sobre el uso que terroristas hacen de armamento químico agrava drásticamente la situación”, señala un comunicado. “Esta medida de Washington afecta seriamente las relaciones Rusia-Estados Unidos, que ya se encuentran en un estado de pobreza”, agrega.
En el mismo tono, El País cita al responsable del comité de defensa del Consejo de la Federación Rusa, Viktor Ozerov, quien señala que “los bombardeos estadounidenses contra la base aérea siria pueden socavar los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo en Siria. Rusia pedirá una reunión urgente del Consejo de Seguridad”.
Previo al ataque de Estados Unidos, su secretario de Estado, Rex Tillerson señaló que Rusia debía reconsiderar si continúa ofreciendo su apoyo al régimen de Bashar Al-Assad, al cual responsabilizaron del ataque con armas químicas realizado el pasado martes.
Cuestionado sobre la creación de una coalición internacional (liderada por Estados Unidos, claro) para derrocar al líder sirio, Al-Assad, Tillerson aseguró que “ya estaba en marcha”. No hay cabida para Assad en el futuro de Siria, señaló el secretario de Estado estadounidense. “La información apoya” lo que Estados Unidos ha denunciado: el ejército sirio fue responsable del sangriento ataque del martes, agregó.
