La verdad es que esta historia es más interesante que preocupante, pero nada como este tipo de noticias para ejemplificar a la perfección la sensación de un lunes. Esta semana, la NASA compartió información detallada de una de las más grandes amenazas interplanetarias para la Tierra y es momento de presentarla. Saluden al Asteroide Bennu.
Según los investigadores, tienen un 0.057% de probabilidades de estrellarse en la Tierra. Casual.
En un estudio publicado esta semana (que pueden encontrar completo AQUÍ), la NASA analizó la ruta del Asteroide Bennu y utilizó gráficas computacionales para calcular su trayectoria para próximos 300 años.
¿En conclusión? Se llevaron algunas “sopresitas” con su cercanía.
Cuentan que el Asteroide Bennu pasará cerca de nuestro planeta en el próximo año de 2135. Sin embargo, ese no es el verdadero susto. “No representa ningún daño para la Tierra en el momento“, cuenta la NASA cuando explica que ese rozón interplanetario cambiará la trayectoria de la piedrota.
La bronca podría aparecerse 50 años después.
Los científicos calculan que, con la nueva trayectoria y los avances científicos para prevenir la incertidumbre, la probabilidad de impacto en la Tierra aumenta a 1 en 1,1750… que equivale a un porcentaje del 0.057%.
Y ya de paso, por si lo quieren marcar en el calendario: la NASA estimó que el 24 de septiembre de 2182 será la fecha clave del potencial mandarriazo.
“Aunque las posibilidades que se impacte contra la Tierra siguen siendo extremadamente bajas, Bennu se mantiene como uno de los dos asteroides más riesgosos conocidos en el Sistema Solar, acompañado de otro asteroide llamado 1950DA”, comentó la NASA al poner en contexto los daños que esta piedrota, de 500 metros de diámetro, verderamente podría ocasionar.
¿Cómo descubrieron a Bennu?
Como sucede, en muchas ocasiones, con los descubrimientos galácticos, el proceso es igual o más interesante que los resultados.
Al Asteroide Bennu lo conocimos gracias a una misión de dos años del OSIRIS-REx, un explorador espacial que lo estuvo monitoreando por el Sistema Solar para conocr su tamaño, su masa, su composición y su trayectoria en órbita.
Una vez con los datos, los científicos analizaron su futuro con una serie de proyecciones computacionales que tomaron en cuenta todos los pequeños cambios que podría tener en su posible impacto con la Tierra, desde la gravedad del Sol, hasta sus rozones con planetas, lunas y más de 300 asteroides diferentes.
