México tiene una grandísima tradición en la política exterior. Una tradición que nos ha dado prestigio ante el mundo, autoridad y cientos de agradecimientos, tanto personales como estales. Desde hace décadas, México es un país de asilo, un lugar que recibe con brazos abiertos a todos aquellos que buscan refugio. 

Este lunes, 11 de noviembre, México honró su palabra una vez más: alegando razones humanitarias, aceptó darle asilo político a Evo Morales, el controvertido —¿expresidente?— de Bolivia.

“México se ha caracterizado por su tradición en materia de protección a asilados a lo largo de su historia. Se ha mostrado como un Estado incluyente y solidario cuyas puertas han estado abiertas para quienes han tenido la necesidad de abandonar sus países”, mencionaba el canciller Marcelo Ebrard en su comunicado oficial. “Hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales, mediante la cual respondió a nuestra invitación y solicitó verbal y formalmente asilo político en nuestro país”.

Aprovechando estos momentos de división —échense un clavado a Twitter y vean el tremendo basurero que organizaron nuestros políticos y sus respectivos porristas—, es buen momento de platicar un poco de la historia y de los otros líderes políticos que han recibido asilo o refugio en México.

El exilio de José Martí

José Martí es todo un ícono de la historia latinoamericana: es un poeta encargado de crear todo un movimiento literario y al mismo tiempo, fue el político que comenzó la Guerra Necesaria, la batalla independentista de su natal Cuba. Durante dos años a finales del siglo XIX, José Martí estuvo refugiado en México. 

Lo exiliaron acusado de apostasía y traición, por lo que terminó en nuestro país. Llegó directito a Veracruz pero fue en la capital donde logró reunirse con su familia y dedicarse un tiempo a las letras. Claro, en estos años también profundizó su pensamiento político gracias a las luchas internas mexicanas y los movimientos liberales que nos tenían bailando por esos años. ¿Dato curioso? Aquí conoció a Carmen Zayas, quien sería su esposa.

Los últimos años de León Trotsky

León Trotsky es el primer nombre que te viene a la mente cuando piensas en refugiados políticos en nuestro país. El político ruso fue uno de los organizadores principales de la Revolución de Octubre y cruzó medio mundo, como exiliado, para encontrar su casa en el corazón de Coyoacán.

Fue acogido —guiño, guiño— por la artista Frida Kahlo y su mareado, Diego Rivera. Claro, también contaba con el apoyo de Lázaro Cárdenas. Su vida en estos lares fue un éxito de intercambio cultural y de ideas políticas… pero la verdad es que sí pudo haber sido un poco más pacífico para el señor: en México vivió acechado por seguidores de Stalin y fue en nuestro país donde sufría dos atentados contra su vida. Murió asesinado una noche de 1940.

Víctor Raúl Haya de la Torre

Víctor Raúl Haya de la Torre es un famosísimo político peruano. Después de que su disidencia ideológica lo llevara a pasar unos años en el bote durante la dictadura de Augusto Leguía y saliera gracias a una huelga de hambre, los caminos de la vida —y su cercanía con Vasconcelos— lo llevaron a refugiarse en asilo, en nuestro país.

No es por colgarnos la medallita, pero sería en México donde realizaría el trabajo más importante de su vida. Aquí fundó la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) una red de movimientos sociales que luchaba contra el imperialismo y perseguía la libertad de las clases oprimidas latinoamericanas. Al final, la idea no cobró mucha fuerza en todo lo continente, como esperaba, pero hasta la fecha es uno de los partidos más importantes de Perú.

El Sha de Irán

Mohamed Reza Pahlevi era el sha de Irán y uno de los hombres más ricos del mundo entero. Llevaba 38 años en el gobierno —si se le puede decir así— viviendo cómodamente de los petrodólares cuando fue derrocado por la Revolución Islámica de 1979.

En lo que su país se instalaba en el fundamentalismo religioso, él recorrió un chorro de países exiliado. Al final se instalaría en Cuernavaca y después otro rato en Acapulco… pero se armaría la gorda unos meses después. Nuestro país se vio en una encrucijada pues las nuevas autoridades iraníes pedían la extradición de Reza Pahlevi y México se mantuvo neutral con el asilo, terminó siendo hospitalizado en Nueva York.

Fidel Castro

Un joven Fidel Castro recorrió el sureste mexicano antes de quedarse en la Ciudad de México para planear, desde tierras aztecas, la histórica revolución cubana.

Después de estar dos años preso en Cuba, Fidel —entonces de 29 años— hizo escalas en Mérida, Campeche y Veracruz. Aquí conoció al Che Guevara y conformó al grupo de luchadores sociales que regresarían a la isla para derrocar al presidente Batista. Curiosamente, fue desde nuestro país, en asilo, donde elaboró el manifesto que conformaba su movimiento de justicia. Ya como presidente, Fidel regresaría a México más de 10 veces… no le recuerden a Fox.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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