Después de las elecciones del PAN (marcadas por una lucha encarnizada entre Madero y Cordero), llegaron las elecciones del PRD, marcadas también por su estilo «característico».. y es que, mientras los panistas hicieron campañas sucias en contra de sus oponentes (periodicazos, chismes, balconeos, etcétera… aquí los pueden checar), los perredistas hicieron uso de algunas «viejas» técnicas electorales…como el robo de urnas.
A pesar de todo esto, el proceso electoral interno del PRD llamó mucho la atención.
Según, Mario Arraigada, editor general de la Editorial Nexos, las elecciones perredistas tuvieron sus puntos positivos:
«Es un buen paso que hayan confiado en un agente externo (el INE) para realizar las elecciones»
Y es que fueron las primeras elecciones organizadas por el nuevo Instituto Nacional Electoral.
A pesar de esto, los altibajos de la jornada hacen pensar que en México:
«Falta realmente un partido democrático»
Esto lo aseguró, ya que, para él una de las características de la democracia es:
«No saber bien cómo va a votar la gente»
Esa incertidumbre, dijo, estaba ausente en estas elecciones.
Aún así, el PRD sigue siendo el partido más importante de izquierda en el país:
«En una de las encuestas recientes, el voto sumado de la izquierda fragmentada es mucho más alto que el de ningún otro partido»
¿La izquierda fragmentada? Sí, si algo se sabe en este país es que no hay una sola izquierda y que dentro del mismo PRD hay varias corrientes políticas. Para la mayoría de los políticos de izquierda este no es un problema, sino que refleja la pluralidad de los movimientos. Aún así, Arraigada cree que la izquierda debería replantear su lugar en el país:
«Deberíamos regresar a alguna idea básica: la igualdad»
«¿Cómo construir una sociedad igualitaria debería ser el eje principal… La igualdad de oportunidades, de ingresos y de trato ante la ley»
En el caso de la izquierda en el mundo, el editor expresó:
«Para estas alturas en America Latina la mayoría de los países han tenido gobiernos de izquierda»
En la mayoría de los países latinoamericanos han habido cambios de derecha a izquierda dando, así, muestras de una democracia (el caso más relevante es el de Chile, que este año pasó de un gobierno de derecha, Sebastián Piñera, a uno de izquierda, Michelle Bachelet sin mayor contratiempo).
Por otro lado, Carlos Navarrete, uno de los candidatos a presidir al PRD nacionalmente, dijo en #AsíLasCosas:
«El PRD ha dado un paso adelante con la participación de más de un millón de afiliados…El perredismo se puso de pie y acudió a las urnas»
Según el candidato:
«El INE hizo una magnífica tarea… Nos puso en orden»
Sobre las corrientes y su candidatura, dijo:
«La coalición que yo he construido anda por arriba del 70% de los votos. Yo tengo una alianza constituida por las 4 corrientes principales del PRD»
Para el político, el PRD tiene uno de los sistemas más plurales en el país:
«(Tenemos) un sistema de representación proporcional puro… No son tribus, son corrientes de opinión agrupadas»
Navarrete asegura que lleva una gran ventaja por sobre los otros candidatos:
«Yo no voy a adoptar una actitud trinfalista»
De ganar, expresó lo que haría con la dirección del PRD:
«(EL PRD sería) una clara oposición de izquierda en la administración de Peña Nieto»
«Con el Pacto por México hubo una especie de acercamiento y coincidencias para hacer reformas, pero necesitamos hacer nuestra posición»
«Un PRD haciendo propuestas en las Cámaras de los Congresos y un PRD gobernando aún mejor en las zonas en las que lo está haciendo»
«Las izquierda que México necesita es una izquierda enérgica, que permita a la gente decirle al gobierno lo que usualmente no le puede decir»
Sobre los comentarios de Andres Manuel López Obrador sobre el PRD, expresó que:
«A todo le tira y a nada le pega»
«(La de Andres Manuel es) una izquierda muy rabiosa»
«(A) Andrés Manuel hay que mandarle un té de tila para que serene un poquito»
Cuando se le cuestionó sobre el fin que tuvo Navarretín, el político contestó:
«La doné (en el 2011) al museo de la propaganda política en la ciudad»
Aquí está Navarretín.
El PRD y la izquierda
Héctor Aguilar Camín, en junio de este año, publicó en Nexos una reflexión sobre la izquierda mexicana y su futuro. Para el señor, la izquierda mexicana ha crecido en los último años en su fuerza política, tanto que ha podido ganar elecciones (locales) y disputar la presidencia.
Aún así, parece que el partido que gobierna a una de las ciudades más grandes y vanguardistas del mundo no ha construido, a la par de su ascenso electoral, «una narrativa de futuro, un proyecto de cambio, de gobierno y de sociedad distinto al de sus contendientes, y creíble y deseable para las mayorías que quiere gobernar».
Los puntos en los que debería centrarse, según Aguilar Camín, son tres, lograr un país: próspero, igualitario y democrático.
«La amenaza mayor que enfrenta la izquierda mexicana viene de ella misma». Su diferentes corrientes no se resuelven en una realidad plural creativa, sino en una fragmentación que amenaza con dividir los votos y hacer vulnerables los bastiones que antes eran seguros para la izquierda, como la Ciudad de México, cuyo futuro en incierto y a la que, con muchas ansias, desean otras fuerzas políticas que están pensando en unirse para quitársela (como el PRI y el PAN).
Aguilar Camín, las principales diferencias entre las corrientes de izquierda vienen de la falta de un proyecto común y compartido. Además de dejar atrás los radicalismos y optar por la reforma por sobre la revolución.
«Para hacer creíble su promesa de prosperidad con igualdad, la izquierda no sólo ha de hacer las paces con el capital y con el mercado sino ha de aprender a impulsarlos y a facilitar sus caminos. Pero ha de ser también capaz de regularlos, de someter sus excesos y repartir sus beneficios mediante un Estado que intervenga las ganancias y devuelva parte de los excedentes a la sociedad y al trabajo.
En la cabeza de toda izquierda que aspire a gobernar democráticamente debiera estar la famosa gráfica de la OCDE sobre los índices de desigualdad antes y después de impuestos en países como Alemania y Francia, Brasil, Colombia y México. Antes de impuestos la concentración de la riqueza es parecida en los cinco países. Después de impuestos, la desigualdad en Alemania y Francia disminuye radicalmente, mientras la de México, Brasil y Colombia permanece prácticamente igual»
«¿De quién si no de la izquierda sería lógico esperar el proyecto de un sistema fiscal que redistribuya la riqueza mediante la provisión universal de bienes públicos?»
Aguilar Camín define en su artículo lo que debería ser una izquierda mexicana actual:
«Mi convicción es que la izquierda que quiera ganar y gobernar democráticamente México debe ser a la vez liberal y socialista, debe mejorar el mercado y el Estado, el capital y el trabajo, sin perder nunca de vista que su objetivo es crear una sociedad mejor, más libre, más próspera, más democrática y más equitativa»
Al final queda preguntar ¿la izquierda mexicana podría lograr generar semejante proyecto unitario? Más les vale, su existencia podría depender de eso.
***Vía Nexos, Wradio
