El ballet requiere una disciplina férrea. Cada movimiento grácil tiene detrás horas de intensa práctica y mucho dolor. Si piensas que se trata de un arte para débiles, no puedes estar más equivocado.
Pocas prácticas físicas son tan demandantes como el ballet. Detrás de la belleza de sus movimientos y los pasos de las bailarinas que parecen volar, hay mucho dolor y muchos sacrificios. Para que te des una idea leve del reto que enfrentan las profesionales del ballet, te dejamos unas imágenes que muestran los pies de una bailarina.
Ahora sí aplica la expresión: “la belleza cuesta”.