En una ciudad tan poblada, donde todo mundo tiene prisa de llegar a su destino, si el metro presenta alguna falla, la primera reacción es culpar al conductor, cómo si la intención de éste fuese detener el metro.
09:15 Ayer hablamos de cómo un operador de tren del Sistema de Transporte Colectivo Metro grabó un video del trayecto entre las estaciones Atlalilco-Escuadrón 201, en donde literalmente “va a ciegas”, ya que no había iluminación.
Y escribimos “había”, ya que el día de hoy el STC informó que (por fin) se reparó el cofre de marchas de la estación Escuadrón 201 y empezó con la instalación de las luminarias entre estaciones.
Por medio de un comunicado, el STC señaló que “realiza la reparación luego de conocer un reporte público sobre el alumbrado incompleto en un tramo de una interestación y la falta de funcionamiento de un cofre de marcha, en donde se coloca señalización en la vía”, comentó también que están instalados más de 400 cofres de marcha pero que ya se solicitó la adquisición de mas piezas en caso de requerirse y como son de origen extranjero, a ver si no salen con que hay que subir el pasaje otra vez.
El video fue realizado por el presunto conductor Otoniel Aguilar, lo difundió en su Facebook y lleva cerca de 233 mil reproducciones, dice que lo realizó en apoyo de sus compañeros de la línea 5, ya que según el reporte técnico, el accidente fue “por errores humanos”, demostrando con esto de que están trabajando con carencias básicas de seguridad.
Constantemente, los trabajadores del metro (principalmente conductores y taquilleros), reciben agresiones verbales por parte de los usuarios, sobre todo por las fallas en el servicio de los trenes o por los retrasos de los traslados, sin embargo, no toda la culpa es de ellos.
Un conductor anónimo de la línea 8 subió un video donde expone la realidad a la que se enfrentan, y el peligro potencial en el que se encuentran ellos y los pasajeros. El conductor señala la gravedad de que el túnel no esté debidamente iluminado, aún cuando va en piloto automático, también indica que la señalización de avance no funciona y que en caso de lluvia esto podría representar un peligro mayor, tal y como sucedió en la estación Oceanía. El video termina con una afirmación contundente:
“Señores, no somos borrachos, sólo conducimos trenes que tienen más de 45 años de servicio”.
De acuerdo con los afiliados al sindicato del servicio de transporte, a raíz del accidente del pasado 4 de mayo en la estación Oceanía de la línea 5, calificado por la comisión técnica del Servicio de Transporte Colectivo Metro como “error humano”, han aumentado las agresiones.
Los trabajadores afirman que toda la responsabilidad debería recaer en los dirigentes del STC, quienes nunca responden sus solicitudes de dar mayor mantenimiento a los trenes, asumen que los reclamos llegan a ellos porque están más cerca del usuario.
Aunque el problema no es nuevo, desde que Joel Ortega Cuevas llegó a la dirección del STCM cada vez están peor. Desde hace más de un año los trabajadores han colocado cartulinas, fotocopias y pancartas al interior de las instalaciones de las diferentes líneas donde intentan dejar claro a los usuarios que la falta de mantenimiento por parte de las autoridades es la causante del mal servicio del Metro.
Con el aumento a la tarifa del metro, se contemplaban mejoras en el servicio, la promesa era comprar material necesario para mejorar o arreglar las instalaciones, sustituir piezas o convoyes completos, con la intención de hacer más eficiente y seguro a este importante medio de transporte capitalino. Un año y medio después del aumento, el servicio está en uno de sus peores momentos.
En entrevista para el programa Así las cosas, dos trabajadores del Metro -Marco Antonio Hernández y Enrique González- confirmaron que todos los días sufren agresiones de los usuarios, para ellos la peor agresión proviene de las autoridades del STCM, quienes parecen ser los primeros en culpar a los trabajadores de los problemas que enfrenta el Metro. Antes del año 2000, cuando solicitaban una pieza de repuesto o la reparación de un convoy, siempre se respondía afirmativamente y en poco tiempo se arreglaban los desperfectos, eso ya no ocurre.
“Ahora, el mantenimiento del Metro se reduce a visitas, revisan el problema y se van. Sólo nos queda a nosotros reemplazar con piezas usadas cuando un tren ya no puede moverse. Hoy, el servicio del Metro representa un peligro para los usuarios”.
Ambos trabajadores sostienen que existen pruebas de que uno de los trenes que chocó ya había sido reportado como peligroso por trabajadores de la línea 7, la reacción de las autoridades fue mandarlo a la línea 5, para evitarse problemas con los trabajadores.
De acuerdo con una investigación de Reforma, las bitácoras donde deberían estar registrados los pormenores de la operación de la línea 5 fueron alteradas exactamente en el día y la hora del accidente, ya que presentan diferentes tipos de letras, hay saltos en los folios de las páginas y hay campos que no están debidamente llenados por los monitoristas, este documento es clave en las investigaciones para conocer las causas y a los responsables del accidente
Desde ayer, los trabajadores sindicalizados comenzaron una nueva campaña de recolección de firmas para solicitar al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que remueva del cargo a Joel Ortega.
El dictamen presentado por el Comité para la Investigación de Incidentes Relevantes del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro sobre el accidente en la estación Oceanía no considera la opinión de los trabajadores ni factores de deterioro por falta de mantenimiento en instalaciones fijas y en trenes.
El Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, no acatará ninguna sanción para los trabajadores que se señalan como responsables, en tanto no haya una investigación más detallada y en conjunto con especialistas del mismo sindicato.
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