En la lucha contra la propagación de la nueva cepa de coronavirus, el personal médico está en la primera línea: enfermeras, enfermeros, médicos y médicas que se entregan profesionalmente para salvar vidas. En medio de la contingencia por el COVID-19, Sopitas.com platicó con una enfermera que labora en el Hospital de Infectología Dr. Daniel Méndez Hernández del IMSS.
¿Cómo se preparan las enfermeras y los enfermeros para atender a los pacientes con coronavirus?, ¿existen los suficientes insumos en el Hospital de Infectología? Estas son algunas de las preguntas que han surgido en redes sociales y que María de Guadalupe nos ayudó a contestar.
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La reconversión
“(En el hospital) hay un ambiente de camaradería, no se trata del paciente de la compañera, sino el de todos”, nos explica vía telefónica María de Guadalupe Calva Escobar, enfermera con 38 años de experiencia en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El Hospital de Infectología forma parte del complejo del Centro Médico Nacional La Raza, del IMSS y este ha sido reconocido por ser único en su tipo, a nivel nacional y en América Latina.
El hospital ofrece diagnóstico y tratamiento a pacientes con enfermedades infecciosas crónicas como VIH/Sida, tuberculosis y hepatitis entre otras.
Sin embargo, con la llegada del COVID-19 a México, este hospital fue uno de los primeros que se sumó a la reconversión. María de Guadalupe nos cuenta que en marzo comenzó la reconversión y para atender a los pacientes, los jefes de piso dieron instrucciones precisas sobre cómo utilizar el equipo de protección personal.
“Es un cambiadero de ropa”
Se trata de un proceso nada sencillo y que requiere de mucha disciplina. Con toda la calma del mundo, María de Guadalupe nos cuenta que para dar atención a los pacientes con coronavirus, es necesario que el personal médico cumpla con las medidas de higiene y seguridad.
¿Cuáles son? María de Guadalupe suele salir de casa con su uniforme blanco. Si no lo lleva puesto, al llegar al hospital tiene que cambiar su ropa, dejarla en los lockers y ponerse el uniforme.
Sin embargo, antes de entrar al área de atención a los pacientes con coronavirus, ella tiene que cambiarse de nuevo.
“Llegamos, nos dan una pijama quirúrgica, botas, guantes, googles médicos… Es un cambiadero de ropa”, nos dice.
Una vez que está lista, se asegura de ponerse la bata blanca y la mascarilla N95. Y ahora sí, inicia su jornada de atención con los pacientes con COVID-19 o casos sospechosos.
La egresada de la Licenciatura en Enfermería nos cuenta que ningún médico o enfermera debe permanecer con las manos descubiertas. Y hay veces que hasta se llegan a poner doble guante de látex como medida de prevención.
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¿Y la máscara N95? Esta mascarilla la portan tanto el personal médico como los pacientes. Es indispensable su uso. Todo aquel que entre al área de atención —incluso si son compañeros de otras áreas como Nutrición, que entran a dar consultas especiales— debe seguir el protocolo.
¿Y los insumos?
¿El Hospital de Infectología cuenta con los insumos suficientes? María nos explica que hasta el momento el hospital cuenta con los insumos y material que se requieren.
“Siempre ha sido un hospital con equipo“, nos recuerda la enfermera del IMSS, quien también menciona que el hospital está a la espera de adquirir los famosos ventiladores.
Pero por lo pronto, la unidad no está rebasada. “Sí hay algunos pacientes en terapia intensiva. No todos los pacientes están graves”, recapitula María.
De acuerdo con María de Guadalupe, los pacientes suelen esperar de tres a cuatro días para que se les dé de alta —una vez que conocen los resultados de sus pruebas por COVID-19.
“Quédate en casa”
María de Guadalupe Calva Escobar trabaja de las 14:00 a las 21:00 horas. Es una mujer que ama a su trabajo y ha dado parte de su vida al IMSS —aunque el Instituto tiene una cuenta pendiente con ella, pues le debe seis meses de salario.
Sin embargo, Escobar decidió comprometerse y sumarse a trabajar contra la propagación del coronavirus. ¿Cómo se vive el ambiente en las instalaciones del IMSS?
“Estamos tranquilos, es un poco agobiante la situación de todo lo que se avecina… ahorita está todo controlado, la pregunta es cómo va a estar la situación”, reflexiona.
Al Hospital de Infectología ha llegado nuevo personal, sobre todo enfermeros y enfermeras. A ellos se les da una capacitación de tres días —siempre ha sido así, recalca María.
Ante cualquier escenario, María pide a la población que tome en serio todo este asunto porque: “Es verdad que la enfermedad existe, que sí afecta más a los grupos de riesgo. La gran mayoría está saliendo. Pero va haber algunos que no…”
El pendiente del IMSS
El IMSS tiene un pendiente con María: A inicios del 2000 ella sufrió una caída en una guardería del Instituto. Después de este accidente, ella entró en una controversia con esta dependencia y, finalmente el IMSS le rescindió el contrato en 2005.
María demandó al Instituto por su reinstalación y desde entonces el IMSS le ha dado vuelta al asunto: el reconocimiento del trabajo de riesgo, la reinstalación y ahora, el pago de su salario.
De acuerdo con María, los amparos que ella interpuso para que el IMSS la reinstalara procedieron. Pero, el Instituto no la ha dado de alta como trabajadora y, por ende, no ha emitido ningún pago. Esto sucedió en octubre de 2019 y es un problema que ha arrastrado hasta 2020.
El llamado de María de Guadalupe, es que el IMSS atienda su caso y resuelva su situación. Una vez más, ella dice estar entregada con todo a su trabajo.