En toda Europa hay discursos de odio y protestas islamófobas, a raíz del atentado del 7 de enero a la revista satírica Charlie Hebdo, incluso a sabiendas de que los medios musulmanes también condenan el ataque.
Los atrincheramientos de los yihadistas en los días posteriores han dejado un número de víctimas que indigna a todo el mundo. El domingo fuimos testigos de una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en París.
Pero las únicas víctimas de este ataque no han sido los fallecidos y heridos. Este episodio ha dejado multitud de víctimas colaterales, empezando por la libertad de expresión, que se ve peligrosamente amenazada, siguiendo por los propios ciudadanos franceses y por extensión a los europeos que verán coartada su libertad de movimientos a causa de los mayores controles policiales que previsiblemente se llevarán a cabo. Pero quizá una de las comunidades que más va a sufrir los efectos secundarios del ataque a la revista son los musulmanes. De hecho, en estos últimos días, los ataques contra musulmanes se han multiplicado en Francia de manera muy preocupante.
Charlie Hebdo utilizó la imagen de Mahoma para atacar el fanatismo religioso, y aun no siendo del agrado de muchos musulmanes, sus lápices han expresado el rechazo a este tipo de ataques terroristas. Hasta el grupo rebelde Hamás dijo que ese ataque fue injustificado. A continuación algunas de las ilustraciones de condena más relevantes publicadas estos últimos días.
Una parte de la opinión pública tiende a relacionar Islam y terrorismo de manera inexacta. Las represalias a mezquitas y comunidades musulmanas son una prueba de ello.
A partir de estos datos, debemos dejar de acusar y señalar con el dedo a toda la comunidad islámica como instigadores de violencia y terrorismo, por culpa de unos cuantos. Según Pew Research:
“La preocupación por el incremento del extremismo islámico en Oriente Medio se sitúa entre el 50 y el 100% en 2014, situándose en un 92% en el Líbano y un 80% en Túnez. Así mismo, las opiniones desfavorables a Al qaeda y a Hezbollah son mayoritarias, siendo del 81 y 83% respectivamente en Jordania. Ellos también rechazan esos comportamientos y son, en mayor medida, los que los tienen que sufrir en sus países.”
Lo que parece una obviedad: la mayoría de musulmanes no aprueban estos ataques terroristas, es intencionadamente ignorado por algunos sectores de pensamiento conservador occidental.