Al gobernador priista Roberto Borge le incomoda la crítica y está decidido a hacer lo que sea para que no lo molesten, desde los métodos tracionales (hostigamiento, amenazas, o mandar a golpear periodistas) hasta gastarse el dinero de los contribuyentes en contratar bots para hacerse propaganda y contrarrestar las críticas contra él en las redes sociales (¿les suena sopicuates?).
Después de corroborar los ataques y los atentados contra los medios independientes en ese estado, Article 19 ha elevado la alerta y ha calificado a Quintana Roo como un lugar «no apto para ejercer la libertad de prensa».
Las acciones físicas incluyen el hostigamiento (como el que sufrió la periodista Lydia Cacho) o el encarcelamiento (como el del reportero indígena Pedro Canché). Sin embargo, también realizan actividades en la red para perjudicar a los críticos del gobernador.
Una de las técnicas que utilizan es clonar portadas de medios críticos y ponerlas como si le estuvieran echando flores al gobernador (con Luces del Siglo lo han hecho ya 36 veces en 3 años).
No solo clonan y falsean las notas de esta revista, también les han cortado el flujo de dinero y, misteriosamente, Oxxo ya no quiere recibir ejemplares para venderlos (a pesar de que tienen un contrato con ellos que todavía no vence).
Pero no solo no se puede tener un medio de comunicación allá: tampoco se puede ejercer la crítica en las redes sociales. Ahora los gobiernos lo pueden hacer fácil, solo tienen que contratar bots.
Trolls y Bots: los porros y acarreados del siglo XXI
Después de los 60 (sobre todo, después del 68) el gobierno mexicano utilizó varias tácticas para eliminar a sus críticos. Entre ellas estaba la de meter porros en las protestas y movilizaciones (personas que se encargaban de sembrar el caos para desprestigiar la protesta y que esta no acabara en nada) o la de callar a los medios de comunicación, haciendo campañas de desprestigio en contra de cualquiera que los criticara…. Ahora, el gobernador de Quintana Roo nos muestra cuáles son las tácticas de Guerra Sucia del siglo XXI.
Entre las tácticas que utiliza para violar la libertad de expresión, están las campañas de desprestigio contra periodistas como el corresponsal de Proceso en esa entidad, Sergio Caballero (en la Ciudad sabemos de periodistas que las han sufrido, como Carmen Aristegui). También han perpetuado ataques contra portales como Noticaribe.
Las campañas sucias se inician con un tuit de Lino Magos, titular de la Dirección de la Defensoría Pública del Poder Judicial de Quintana Roo o de César moreno, coordinador estatal del Movimiento PRI Mx. En ocasiones, el propio gobernador es el que lo hace. En ese tuit se comparte información dolosa o falsa de los comunicadores, retuiteada un número exagerado de ocasiones en muy poco tiempo.
El gobernador Roberto Borge (@BetoBorge en el mundo digital) tiene 77 mil 400 seguidores: el 20 % de ellos son bots y el 38% podría serlo (son cuentas sin una actividad constante). El 42 % restante son usuarios inactivos. En tan solo 15 meses, el gobierno acumulo 4 millones 816 mil 412 retuits…ya ni el presidente Peña Nieto (tiene 38 veces más seguidores), pues solo consiguió en ese mismo espacio de tiempo 5 mil retuits.
Solo miren esta chulada: 1 200 retuits por esta foto y 1 300 el tuit de abajo.
Pero los bots no solo se encargan de retuitear al político (de aplaudirle al candidato en el dispendio de recursos públicos más imbécil de la historia), también insultan, hostigan y amenazan a los críticos del gobernador (periodistas y ciudadanos), es decir, trollean.
Twitter y Facebook son nuevos lugares en los que se ataca a los medios y ciudadanos que no están alineados al régimen.
Darío Ramírez, director de Article 19, dice que esta organización siempre ha defendido la libertad de expresión, no importa si es una crítica hecha a un comunicador. Pero hacer campañas con bots, lejos de ser libertad de expresión (ni siquiera son personas), es intimidación y obstaculiza el ejercicio de dicha libertad.
Así que ahora no solo nos meten un trancazo
Aquí pueden ver toda la investigación de Article 19 y los casos documentados.
¿Qué comportamiento tiene un bot?
Las principales redes sociales (Twitter y Facebook) tienen la capacidad de detectar la forma en la que se dispersa una tendencia en la red. Si, por ejemplo, nace un hashtag y la gente lo empieza a usar, la actividad que registran es que hay una red real de información entre personas (se tuitean unos a otros, taggean, linkean, en fin, socializan entre ellos). Los bots, por otro lado, pueden actuar de dos formas: la primera es solo sacar un montón de tuits con ese hashtag pero sin establecer una red de interacción (no se comunican entre ellos). Entonces la detecta una actividad sospechosa y dice: ok, esta campaña está siendo levantada por bots.
Entonces Twitter o Facebook bajan toda la tendencia a la que esos bots se sumaron (así es como tiran los hashtags de las protestas).
La otra forma en la que actúan es cuando se comportan en red, entonces simulan una gran conversación, así que Twitter dice: ¡Ah mira, ellos si están socializando! Así que les dan prioridad visual.
Cuando se gráfica el movimiento bot sin comunicación se dibuja un anillo que rodea a la verdadera conversación (hacen un cerco para ocultar la comunicación).
(Aquí se puede ver como hay una conversación en el centro y alrededor los bots solo están hablando como pericos, sin interactuar, provocando que se caiga el tópico del que están hablando).
Cuando hacen red se ven como una conversación normal (aunque solo tiene un núcleo…casi perfecto, en vez de varios de menor intensidad que son las redes que normalmente se hacen con un verdadero trending topic).
Así que ya vieron, es el siglo XXI y los gobiernos están desarrollando estrategias acorde a la tecnología para acallar las críticas (y lo peor es que nuestro dinero se va en pagar tanto sus propagandas como sus cercos informativos).