Con el terreno ya sopesado, decenas de miles de entusiastas de la música electrónica llenaron los accesos del Autódromo Hermanos Rodríguez para el segundo día de actividades del Electric Daisy Carnival edición Ciudad de México y era notorio que los headliners serían dos pesos pesados del EDM: Tiësto y David Guetta, quienes con su sola presencia en el cartel parecieron multiplicar la cantidad de asistentes en comparación con el primer día.
Un sol seco -con breves y agradecidos momentos de aire fresco- se estacionó de lleno desde el medio día del domingo y no bajó de intensidad hasta entradas las 6 de la tarde, lo cual benefició a los vecinos de las colonias aledañas al autódromo que vendían cerveza clandestinamente en los patios de sus casas y sobre todo a los dueños de los bici taxis que llegaban a cobrar hasta 150 pesos por trasladar a los asistentes a los accesos principales del evento -recorridos que no superaban los 5 minutos-.
Al acceder al festival, el panorama no cambió mucho con respecto al sábado: selfies grupales cada 3 metros cuadrados, coronas de flores, gorras fosforescentes con los típicos y choteados mensajes como “YOLO”, “SORRY MOM”, “SWAG”, “BITCH PLEASE”, etc., adolescentes de menos de 15 años aprendiendo a fumar con cigarros mentolados, leggings, pequeños shorts, totems con emojis y memes y muchos valientes sin playera.
Nos dispusimos a recorrer los 4 escenarios del festival para cazar a los actos destacables y esto fue lo que nos encontramos: El Neon Garden, con su diseño un poco austero en comparación a los demás, fue uno de los más destacables al ofrecer música totalmente contrastante al EDM que inundaba a los otros tres escenarios. Techno oscuro, deep house, y algunos momentos de funk e idm fueron los sonidos que alcanzamos a escuchar de mano de DJ’s como Moon Boots y el inglés Friend Within. Pero sin dudas el gran ganador de este escenario fue el legendario Sasha, que mostró maestría en las tornamesas y dio prueba de su excelente gusto musical al agregar música de Max Cooper y Moderat.
A unos cuantos metros del Neon Garden se encontraba el Circuit Grounds cuyo principal atractivo eran las inmensas pantallas LED y su imponente sistema de sonido orientado a resaltar el poder de las frecuencias bajas -situación que en realidad fue un poco inconveniente ya que al encontrarse justo en medio del Neon Garden y del Mayan Warrior Art Car provocó momentos en donde el sonido se empastaba y no se percibía qué música salía de cada escenario-. En una mezcla entre hardstyle y EDM los actos que destacaron fueron los de Orjan Nilsen y el de Paul Oakenfold.
A pesar de ser el más pequeño, el Mayan Warrior Art Car tuvo un público fiel que se mantuvo atenta a los sonidos propuestos por el talento nacional, el cual demostró que sin problemas está a la altura de este tipo de festivales. Momentos destacables fueron el set de Lemarroy, que con sus mashup vocales que mezclaban éxitos de bandas como Oasis con música para la pista de baile logró atiborrar de gente la explanada donde se encontraba el escenario/trailer. De igual manera Fede Mina destacó con su propuesta refinada y por momentos oscuro de deep techno.
Pero sin lugar a dudas, el escenario que robó todas las miradas fue el Kinetic Field -mejor conocido como el escenario “de los búhos”- que con sus fuentes de agua rítmicas, llamaradas de fuego, miles de leds, una cantidad grosera de lasers, performers bailando en el escenario y su diseño basado en una catedral con vitrales luminosos y un órgano gigante fueron un marco pletórico para el desfile de DJ’s que mostraron lo mejor de su repertorio de EDM que hizo brincar, gritar, bailar y gozar de manera eufórica a las miles de personas que se instalaron en este impresionante escenario.
Entre los actos destacables nos encontramos con el set del ruso Arty que no se guardó nada y tiró éxito tras éxito con música de artistas como Calvin Harris, Years & Years y Coldplay –que por cierto, el remix de “A Sky Full Of Stars” se escuchó por lo menos una vez en los sets de la mayoría de los DJ’s del festival, llegando incluso a sonar al mismo tiempo en más de dos escenarios. De igual manera, el australiano Tommy Trash sorprendió con su poderosas mezclas que invitaban a un viaje digital sin igual.
Pero el momento cumbre de la noche fue la aparición de dos de los principales protagonistas del EDC 2015: Tiësto y David Guetta. La nueva faceta del DJ holandés -que cambió su distintivo estilo trance para irse de lleno al EDM con algunos toques de deep house- llevó a sus fanáticos a momentos climáticos que eran rematados por fuegos artificiales, creando el ambiente perfecto para una celebración épica. Y en lo que el concierne al afamado DJ francés, éste se fue a la segura al hacer un recorrido por sus más grandes éxitos -que no son pocos- y lo cuál le aseguró un gran cierre al autoproclamado carnaval del siglo XXI.
Fotos por Diego Figueroa (@halofive)
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