Si no son periodistas, son ambientalistas o, como en el lamentable caso de Patricia Rivera Reyes, defensores de derechos humanos. Y, si bien, el país atraviesa por una violencia generalizada , no se puede negar que hay una preocupante focalización de ella contra ciertos actores sociales.
El asesinato de Patricia Rivera fue confirmado la noche del domingo por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC). De acuerdo con el comunicado emitido por la institución, en la agresión en la que la defensora de derechos humanos de comunidades indígenas perdió la vida, resultó lesionado un catedrático del Instituto Tecnológico de Tijuana.
De acuerdo con medios locales, Patricia Rivera fue asesinada en su domicilio. Según indica Aristegui Noticias, tres sujetos habrían ingresado al inmueble ubicado en la colonia Terrazas de la Presa, en Tijuana. En lo que se maneja como un robo, la activista recibió un impacto de bala en la cabeza, el cual le provocó la muerte.
El senador y exombudsperson, Emilio Álvarez Icaza, lamentó el asesinato de Patricia Rivera, a quien recordó como activista, abogada, además de defensora de las comunidades indígenas de Baja California.
Por su parte, el titular de la CEDHBC, el ombudsperson Miguel Ángel Mora Marrufo, reconoció la trayectoria de Rivera Reyes “como defensora de los derechos de las comunidades indígenas y como consejera del Organismo Público Autónomo en la entonces Procuraduría”.
Hasta el momento la Fiscalía General de Justicia de Baja California no se ha pronunciado respecto al asesinato de Patricia Rivera. Tampoco la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez… quien, al parecer, andaba más ocupada presumiendo que el primer vuelo que llegó al recién inaugurado aeropuerto Felipe Ángeles salió de Tijuana.
Lamentablemente los asesinatos de defensores de derechos humanos y activistas no son novedad en México. El pasado 7 de marzo, fue asesinado en la comunidad de Coloradas de la Virgen del municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, el activista José Trinidad Baldonegro.
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Según el comunicado emitido por la ONU, los sujetos que agredieron a José Trinidad, no sólo acabaron con su vida, también quemaron su vivienda y su vehículo.
“Este crimen se suma a los asesinatos de los señores Julio Baldenegro, en 1986, e Isidro Baldenegro, en 2017, padre y hermano de José Trinidad, así como al asesinato del defensor Julián Carrillo, también ocurrido en Coloradas de la Virgen en 2018”, señala el comunicado en el que la ONU condenó tanto el asesinado de José Trinidad, como el del periodista Armando Linares López.
