Está visto que las autoridades poco hacen para proteger los recursos naturales del país… así como la vida de los interesados en hacer esa chamba. Ahora, fue asesinado el rarámuri Julián Carrillo Martínez, defensor del bosque de la comunidad Coloradas de la Virgen, municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua.
De acuerdo con La Jornada, Julián Carrillo fue asesinado la noche del miércoles 24 de octubre. Según informó la Alianza Sierra Madre AC (ASMAC) y Amnistía Internacional (AI), el último contacto que tuvo fue para avisar que estaba siendo perseguido por un grupo de sicarios y, por ello, se encontraba escondido en un cerro.
En febrero de 2016, Julián presenció a corta distancia el asesinato de su hijo Víctor Carrillo Carillo y sólo libró el ataque porque se encontraba fuera de la vivienda donde sucedió el crimen. pic.twitter.com/71kBOcnAn4
— Raíchali (@raichali) 26 de octubre de 2018
Luego de que Carrillo dio cuenta de su persecución, ASMAC intentó comunicarse nuevamente con él. Sin embargo, sólo se escuchaba una grabación en la que se informaba que el teléfono satelital con el que contaba el activista (proporcionado por Gobernación) no estaba programado para recibir llamadas.
El cuerpo de Julián Carrillo fue hallado sin vida –y totalmente “destrozado” – luego de que en el poblado de Coloradas de la Virgen se escucharon disparos. El asesinato del rarámuri se da sólo una semana después de que el Tribunal Superior Agrario resolvió un pleito legal en favor de la comunidad de Choreachi… y pese a que estaba inscrito en el mecanismo de protección a personas defensoras de derechos humanos y periodistas de la Secretaría de Gobernación desde febrero de 2014, debido al peligro que corría su vida debido a su activismo en defensa de los bosques en Chihuahua.
Fue el hijo de Julián quien volvió a comunicarse, desde el teléfono satelital que tienen como parte de las medidas de protección, para informar que había escuchado una balacera y creía que habían asesinado a su papá. Una hora más tarde, se encontró el cuerpo de Julián. pic.twitter.com/BHE2KUcyiu
— Raíchali (@raichali) 26 de octubre de 2018
El asesinato de Carrillo se da dos años después del de su hijo (del cual fue testigo) y su sobrino. En 2017 fue asesinado otro de sus sobrinos y en julio pasado mataron a su yerno. Evidentemente, la vida del activista corría peligro no sólo por la suerte que corrieron sus familiares, sino también por el hecho de ser presidente de los bienes comunales de Coloradas de la Virgen. La Segob y la Fiscalía General de Chihuahua tuvieron conocimiento de los asesinatos de los familiares del activista… sin embargo, poco pudieron hacer para evitar que éste terminara igual.