Este lunes, durante una homilía en Santiago de Chile, el arzobispo de la capital Ricardo Ezzati, pidió “perdón misericordioso” y la “indulgencia” a Dios por los abusos que se han cometido bajo el nombre de la iglesia católica en el país.
Afirmó que en estos días, los miembros de la iglesia de Santiago necesitan el espacio espiritual para pedir el “perdón misericordioso” de Dios por las culpas y la indulgencia por los abusos y delitos “más graves que han cometido algunos hermanos y hermanas de nuestra comunidad”.
“Desde lo más hondo del corazón, en nombre de la Arquidiosesis de Santiago, imploro de quienes han sido abusados por miembros de nuestra comunidad, especialmente consagrados, el perdón y la ayuda necesaria para que nunca más estos delitos tengan lugar entre nosotros”, dijo.
Sin embargo, estas declaraciones las da cuando aún tiene que ir a declarar ante la Fiscalía Regional de O’Higgins por haber presuntamente encubierto casos de abusos sexuales por parte de obispos y sacerdotes en Chile.
Recordemos que en enero, el papa visitó Chile y luego renunciaron masivamente 34 obispos. Todo tiene que ver con el caso de encubrimiento del obispo chileno Juan Barros.
“Hemos puesto nuestros puestos en manos del Santo Padre y dejaremos que él decida libremente por cada uno de nosotros“, dijeron los representantes de los obispos en una conferencia de prensa en el Vaticano.
Esta dimisión masiva significa un gran impacto ante el caso de Juan Barros, señalado por encubrir al sacerdote Fernando Karadima, quien ha sido denunciado por abusos sexuales en contra de menores de edad.
Pero no, ellos no se olvidaron de las víctimas de los abusos y les pidieron de paso perdón, de la misma forma que al papa Francisco por el escándalo que ha sacudido a Chile.
Leer: Dimisión masiva sin precedentes: obispos de Chile presentan renuncia al papa Francisco
