Cuando era pequeño niño alemán Hans-Peter Feldmann tenía prohibido ver lo que había dentro de la bolsa de su conservadora madre, digamos que, en aquel entonces se pensaba que las pertenencias de una mujer debían permanecer en el misterio.
Varios años después Feldmann creció y decidió pagarle a algunas mujeres, no para hacer lo que muchos están pensando, si no para que revelaran el contenido de sus bolsos.
Las mujeres recibieron unas 400 libras, para vaciar sus bolsos y mostrar aspirinas, gafas de sol, libretas, tampones, cigarros, y demás objetos sobre las mesas de exhibición.
Este artista pretende resaltar la historia de la cultura con material que recopila, entre imágenes y objetos cotidianos para acomodarlas meticulosamente.