David Cerny instaló una mano púrpura gigante haciendo una seña obscena orientada hacia el Castillo de Praga, sede del primer ministro.
Muchos de ustedes seguramente están familiarizados con la Britney-señal, pero ¿lo habían visto como forma de protesta?…
Bueno sí, pero ¿en forma de escultura púrpura?
Les presentamos la escultura nombrada “El dedo” de David Cerny, quien llevó su sátira política a un nuevo nivel, en vísperas de las elecciones generales de República Checa, instaló en el río Vltava, a 30 metros de altura, una escultura púrpura de plástico de una mano con el dedo medio levantado. Esta escultura apunta directamente al Castillo de Praga, sede del actual primer ministro checo, Milos Zeman.
Cerny, dijo que la mano monumental con su dedo medio extendido (16 metros de largo), representa un “grito de alarma” contra el estado de la política en la República Checa, la corrupción endémica y acusa al ministro de haber sido intoxicada de poder.
“Este dedo está dirigido directamente a la política del castillo, después de 23 años, estoy horrorizado ante la posibilidad de que los comunistas regresen al poder y que el Sr. Zeman ayude a que lo hagan.”
Recordemos que hay una tradición checa de rebelión cultural que data de la época comunista, cuando artistas, escritores y músicos como Plastic People of the Universe utilizaban letras subversivas o gestos de rebeldía contra la autoridad. La Velvet Revolution de 1989, arrasó con el comunismo del país y se sumó a la avalancha anti-comunista despertada por la caída del Muro de Berlín.
Los analistas dijeron que el gesto subversivo refleja con precisión la frustración de muchos checos y una sensación creciente de que la revolución de 1989 no ha logrado cumplir sus promesas. Según las autoridades de la capital, la escultura seguirá ahí hasta el sábado, día en que se cierran los colegios electorales.