Mientras la lucha para que haya justicia a seis años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue, las familias han tenido que enfrentar una situación compleja y adversa —en cuanto a los recursos para poder continuar con su vida cotidiana, pues el activismo ha ocupado la mayor parte del tiempo. En este contexto, don Clemente Rodríguez no ha bajado los brazos y decidió vender artesanías de Guerrero para que él y su familia puedan sobrevivir.
“Después de 2014 se me ocurrió una idea de solventar los gastos de la casa, porque también hay que traer dinero, mi hija está estudiando… entonces de ahí se me ocurrió la idea de vender artesanías”, nos contó vía telefónica don Clemente, papá de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre —uno de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en 2014.
Artesanías y solidaridad
Antes de 2014, don Clemente se dedicaba a la venta de garrafones de agua en Guerrero —allá en casa, en Tixtla—, con ayuda de una camioneta.
“Yo vendía agua de garrafón en las calles, tengo una camionetita de modelo atrasado pero pues me ha respondido”, contó el papá de Christian para explicarnos que esa actividad era una entrada segura de dinero para la familia.
Sin embargo, tras la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, su vida y la de su familia dio un giro inesperado y bastante duro.
Christian —estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos— fue víctima de desaparición forzada en Iguala, Guerrero, y su familia se volcó en su búsqueda.
Ahora, don Clemente ha encontrado en la venta de artesanías una manera de hacer llegar los recursos al hogar y apoyar a su hija —la más pequeña de tres— para que concluya una Licenciatura como profesora de Telesecundaria.
Un orgullo para la familia Rodríguez Telumbre. Pero va de nuevo, para que esto sea una realidad, don Clemente ha tenido que empujar y empujar con la venta de artesanías guerrerenses como monederos, aretes y hasta la venta de mezcal.
Ahora con la pandemia de coronavirus, el señor Rodríguez también se dispuso a hacer cubrebocas —que hasta el momento ha dado sus frutos con la gente que de alguna manera se ha solidarizado con la compra de este insumo “y así es como vamos sobreviviendo”.
¿Cómo ayudar?
Una manera de ayudar a don Clemente con su chamba —pues él nos explicó que prefiere darle a la venta de sus artesanías antes de recibir donaciones, ya que la situación debe ser pareja con todas las familias de los estudiantes desaparecidos y no lucrar con el caso— es comprar alguno de sus productos.
Aquí les dejamos la lista de las artesanías guerrerenses:
- Cubrebocas, 80 pesos.
- Mezcal artesanal en botella de vidrio, 300 y en botella de plástico, 230 pesos.
- ¿Monederos? Hay de 55 y 80 pesos.
- Aretes, 40 pesos.
Las artesanías se hacen sobre pedido —“no es como poner una mesita y estar vendiendo”, nos explicó desde Guerrero.
Por ejemplo, cuando don Clemente viaja a CDMX —el próximo 11 de septiembre llegará a la capital para una reunión con otras familias y AMLO— aprovecha un poco el tiempo para hacer las entregas o vender las artesanías afuera del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, ubicado en Serapio Rendón 57-B, San Rafael, Cuauhtémoc.
Finalmente, desde distintas trincheras pueden apoyar a don Clemente —esta es una de ellas, al igual que no olvidar el caso de Ayotzinapa y la impartición de justicia.