Después de meses escaparse por recovecos legales y esconderse en chorrocientos amparos, las autoridades mexicanas pudieron por fin arrestar a Isidro Avelar Gutiérrez. ¿No te suena el nombre? A nadie… pero es una figura bastante oscura dentro del sistema judicial mexicano: un magistrado vinculado con el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Isidro Avelar era buscado en México y Estados Unidos por su relación con la peligrosa organización criminal, pero terminó siendo detenido por una investigación de lavado de dinero.
El magistrado fue arrestado este viernes por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) en la ciudad de Guadalajara, pero ya está siendo trasladado a toda velocidad a la Ciudad de México. La historia de su arresto comenzó el pasado 24 de mayo (hace seis meses) cuando el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) lo denunció por irregularidades económicas en su declaración patrimonial.
“El CJF expresa su reconocimiento a todas y todos los servidores públicos de la FGR y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que hicieron posible este resultado”, señalaron los denunciantes en un breve comunicado.
#Comunicado Esta tarde fue detenido por agentes de la Fiscalía General de la República el Magistrado Isidro Avelar Gutiérrez a raíz de la denuncia presentada por el #CJF
El CJF expresa su reconocimiento a las y los servidores públicos de la FGR y a la SSPC. pic.twitter.com/syfzldrRBp
— CJF (@CJF_Mx) November 22, 2019
La cosa es que esas irregularidades no son los únicos señalamientos preocupantes en la vida del magistrado Avelar Gutiérrez.
En febrero lo denunciaron por comprar inmuebles valuados en millones de pesos y lo suspendieron de la chamba. Luego lo empezaron a investigar por delincuencia organizada: acusan que liberaba presos del CJNG a cambio de dinero y tenía reuniones privadas con familiares y colaboradores de Nemesio Oseguera, mejor conocido como “El Mencho”. Como cerecita al pastel, unos meses después, le encontraron cuentas bancarias con más de 50 millones de pesos.
El chiste es que esa historia de presunta —palabra obligada— criminalidad ya se acabó. El magistrado Avelar Gutiérrez ya está arrestado.