La Policía china detuvo a siete personas en la provincia sureña de Cantón por inyectar agua sucia en carne de cordero para aumentar su peso y precio.
Los detenidos sacrificaban hasta 100 ovejas diariamente en un matadero ilegal.A cada cordero se le inyectaba agua justo después de ser sacrificados para aumentar su tamaño y con el proceso de congelamiento pesan más a la hora de la compra para el consumo humano.
La carne, contagiada con bacterias de un estanque local, se enviaba a los mercados, tiendas y restaurantes de ciudades como Cantón y Foshán.
Cuando las autoridades inspeccionaron el matadero de carne de cordero ilegal, encontraron alrededor de 30 cadáveres inyectados con agua sucia, 335 ovejas vivas, sellos de inspección falsificados y equipos para inyectar agua en la carne.