Tras los tiroteos registrados en menos de 24 horas en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, Donald Trump dio un mensaje desde la Casa Blanca en el que dejó ver que no está entre sus planes solicitar o apoyar una ley sobre el control de armas. ¿Pa’ qué?
De acuerdo con Trump, las enfermedades mentales y el odio (cof, alimentado por las Fake News…claro), son las causas de tanta balacera en Estados Unidos… y bueno, nomás pa’ no dejar, también hizo un llamado a condenar “el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco”.
¿En serio, nada sobre el control de armas? Bueno, sí… pero no respecto a restringir su venta, sino a poner filtros más estrictos para su compra. Por ejemplo, checar que el interesado no esté (tan) mal de sus facultades mentales y revisar con más detalle si éste no cuenta con antecedentes penales.
Minutos antes de su mensaje a la nación, Trump solicitó a los legisladores demócratas que trabajen en el endurecimiento de las restricciones para la compra de armas… “quizás vincularla a una necesaria reforma migratoria”, sugirió… como valiéndole los señalamientos que acusan que la raíz de estos recientes ataques es el discurso de odio que viene manejando desde hace años. Especialmente contra los grupos migrantes.
Jake Tapper: “Do you think President Trump is a white nationalist?”
Beto O’Rourke: “Yes, I do” pic.twitter.com/dC1DglI8Dc
— Edward Hardy (@EdwardTHardy) August 5, 2019
Pero bien, regresando con su mensaje, el mandatario estadounidense indicó que una buena forma de acabar con este problema es condenar a muerte a los responsables de asesinatos en masa y crímenes de odio, que haya más cooperación en el abordaje de las leyes sobre armas. Además, el hombre que hace poco presumió que acabaría con Afganistán en 10 días pidió poner fin a la “glorificación de la violencia” dentro de la cultura estadounidense.
En el mensaje en el que envió sus condolencias al presidente Andrés Manuel López Obrador y a todo México por los connacionales asesinados en el tiroteo de El Paso, Texas, Trump solicitó que se implemente en todo Estados Unidos la llamada “Red Flag Law”, con la cual las autoridades tienen permitido retirar armas a personas que sean consideradas una amenaza para sí mismos y para la sociedad.