Y en un nuevo round de esta insípida batalla… Luego de que a Claudia Sheinbaum se le ocurrió declarar que ella, hace algunos años, sí le dio sus buenos jalones a su churrumais, de ahí se agarró el siempre puro y casto Mikel Arriola para emprender su cruzada antimarihuanos.
Hace un mes, en debate en el que participaron la de Morena, el del PRI y la frentista, Alejandra Barrales, de la nada el exdirector del IMSS lanzó el siguiente reto: “Claudia Sheinbaum declaró a los medios haber fumado marihuana en la universidad, me gustaría y le pregunté si había vuelto a consumir marihuana y creo que sería bueno que nos hiciéramos un antidoping los tres para acreditar si alguno consume drogas ilegales”.
Ni Barrales ni Sheinbaum pelaron al buen Gazoo que, hay que recordar, a partir de que se pronunció en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo, decidió que su nicho electoral sería la franja conservadora del electorado de la CDMX. No por nada en cada oportunidad se autoproclama el candidato de la familia y los valores.
En fin, el caso es que ahora el abanderado priista ha visto medio risueña a la abanderada de Morena, con los ojos rojos, rojos… o quién sabe por qué, pero nuevamente lanzó su nada fructífero reto. Y, para ser tomado más en serio, asegura que tiene los “pelos de la burra en la mano”. Es decir, tiene pruebas contundentes de que la Sheinbaum le sigue “quemando las patas al diablo”. “Hablando de marihuana, me han llegado, últimamente, me llegaron elementos para poder presumir que Claudia Sheinbaum sigue fumando marihuana, que ella el día 26 de enero dijo que sólo la había fumado en la escuela, en la universidad, y yo hoy le lanzó un reto a Sheinbaum para que los dos nos sometamos a la prueba del antidoping”.
Como papá que ni sabe, pero lo sospecha porque su hijo se la pasa escuchando Pink Floyd, Arriola fue bastante ambiguo al hablar de las supuestas pruebas que tiene para insinuar que la morenista le sigue poniendo “mostaza al jocho”. Según el abanderado tricolor, el chisme se lo corrieron (cual tanque) “personas cercanas a ella, no puedo revelar la fuente que han dicho que ella ha consumido droga de manera regular a lo largo de su vida”.
Suponemos que, de aceptar y salir positiva, Arriola consideraría la prueba antidoping como suma a su nada exitosa campaña o elemento para señalar que la de Morena está incapacitada para ser funcionaria… el se limita a que simplemente se evidenciaría una mentira, ya que la candidata dice que nomás en la universidad probó el sabor del orégano potencializado. Ahora, en caso de que la prueba salga negativa, ¿qué ofrece Arriola? “si la prueba científica sale negativa, yo le pediría una disculpa pública”. Buhhhh, así qué chiste…