Tal vez recuerden el caso del periodista Jamal Khashoggi que desapareció el pasado 2 de octubre del consulado de Arabia Saudita en Estambul. Había ido a recoger unos papeles y nunca más lo volvieron a ver. Durante más de 15 días, Arabia aseguraba que se había ido del lugar apenas terminó el trámite. Este viernes admitieron algo más: Khashoggi murió en el consulado tras “una acalorada pelea”.
En un mensaje que retomó la BBC, el gobierno de Arabia Saudita dice que Khashoggi estaba teniendo “conversaciones” dentro del consulado cuando estalló la gresca.
Ahora queda claro que el martes 2 de octubre fue el último día de vida de Khashoggi, y aunque apenas empieza la investigación de lo ocurrido, ya se sienten las consecuencias de su muerte. https://t.co/UXuE0sFz7L
— CNN en Español (@CNNEE) 20 de octubre de 2018
Las investigaciones y denuncias han venido principalmente de las autoridades de Turquía —después de todo la desaparición y el ataque sucedieron en Estambul— y ellos aseguraban desde hace días que el periodista fue asesinado y desmembrado del consulado. Según el dictamen, los principales culpables materiales fueron 15 agentes sauditas que viajaron exclusivamente a encontrarse con Khashoggi.
Después de negar el asunto durante más de dos semanas, las autoridades sauditas ya empiezan a tomar cartas en el asunto. El rey Salmán bin Abdulaziz de Arabia despidió a su jefe de inteligencia y al asistente principal de su príncipe heredero. Además, hay 18 sospechosos detenidos y otros tres funcionarios que perdieron su trabajo.
Mohamed bin Salmán convenció al mundo con su visión de una economía de Arabia Saudita que dejaría de depender del petróleo, pero desde la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, peligra el proyecto del príncipe. https://t.co/XqVGcPTtPE pic.twitter.com/Mgcedn7hsL
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) 19 de octubre de 2018
Ahora ya hay una comisión que investigará el suceso y un comité ministerial especial para arreglar los servicios de inteligencia de Arabia Saudita.