Justo cuando pensábamos que la pesadilla había terminado, algunos países de Asia y Oceanía nos recuerdan que a pesar de los nuevos protocolos sanitarios que permiten decirle adiós a la mascarilla en espacios públicos, todavía no es momento de bajar la guardia y es mejor seguirse cuidando como en los últimos dos años, pues Nueva Zelanda, China, Malasia y Mongolia, reportan una nueva ola de COVID-19.
El Ministerio de Salud de Nueva Zelanda, anunció que este sábado dos de abril del 2022, se reportaron 11 mil 565 nuevos casos de COVID-19, siendo la ciudad de Aucklad, donde se ha dado el mayor número de contagios con mil 931 nuevos casos, mientras que en la zona fronteriza se detectaron 41 nuevos casos.
La cosa está que arde, de acuerdo con el ministerio, hay 678 pacientes que han sido hospitalizados, 30 de ellos permanecen en unidades de cuidados intensivos o bien, unidades de alta dependencia. En tanto que, tan solo el día de hoy se reportaron 23 fallecimientos adicionales a los 330 muertos reportados con anterioridad.
A pesar de que el país liderado por Jacinda Ardern, ha sido uno de los que mayores protocolos ha interpuesto para cercar los contagios del virus, de acuerdo con cifras oficiales, se han presentado 681 mil 044 casos confirmados desde el inicio de la pandemia, por lo que los nuevos contagios representan una cifra significativa en esta nueva ola.
El caso no es muy diferente en Malasia. A pesar de que hace unos días el país asiático celebró con bombo y platillo la reapertura de sus fronteras, el gusto les duró muy poco. Hasta la media noche del primero de abril del 2022, Kuala Lampur, reportó 17 mil 476 nuevas infecciones. De acuerdo con el sitio web del Ministerio de Salud, hay 164 nuevos casos importados, mientras que el resto son contagios locales, a pesar de que el 84.2% de la población h recibido al menos una dosis de la vacuna anticovid. Hasta el momento, Malasia mantiene 206 mil 979 casos activos, de los cuales 162 personas han requerido de respiración asistida.
La nueva ola de COVID-19 en China está que arde
Por su parte, China, que mejor que nadie ha aprendido de qué lado masca la iguana, está alcanzando nuevos máximos en cuanto al número de casos positivos durante la quinta ola del virus. Aunque las autoridades confían en que la nueva ola de COVID-19 sea misericordiosamente breve en muchas zonas, el panorama en Shanghái, Pundong y Puxi, es muy mesurado.
Tal y como menciona France Press, en la ciudad occidental de Puxi, las autoridades han instado a los empleados tanto del sector público como privado, trabajar vía remota, mientras que exhortan a los habitantes a quedarse en casa. En tano que, la ciudad oriental de Pudong, se ha convertido en un pueblo fantasma. La metrópoli ha cerrado incluso el aeropuerto internacional y el distrito financiero por confinamiento.
Por su parte, las autoridades de Shanghái, que se ha convertido en el nuevo epicentro de una nueva ola de COVID-19 en toda China, han decidido imponer confinamientos obligatorios por sectores, donde al menos la mitad de la población permanecerá en casa a lo largo de cinco días y cinco noches. Antes de que la nueva ola de COVID-19 nos alcance, ya sabes lo que dicen, más vale aquí corrió que aquí quedó. No está por demás seguir utilizando mascarilla y mantener la sana distancia, sobre todo en lugares de mayor afluencia, sin importar si es en interiores o exteriores, como lo marca el nuevo protocolo sanitario de la Ciudad de México.